En el marco del Proyecto de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica que se encuentra realizando la Facultad de Ciencias de la Alimentación (FCAL) de la Universidad Nacional de Entre Ríos, los conocimientos entre universidades se vuelven motor de aprendizaje y de intercambio de saberes, a lo largo del país.
En este caso, en el proyecto, “Evaluación de la calidad de agua del sistema hidrográfico Río Uruguay, región Salto Grande; mediante el uso de herramientas químicas, y bioindicadores: diatomeas y bacterias”, dirigido por el Dr. Martín Novoa de la FCAL, se encuentra la Dra. Jorgelina Daruich, investigadora de la Universidad de San Luis, quien viajó hacia Concordia para trabajar conjuntamente, con el objetivo de aunar conocimientos entre dos regiones e instituciones.
El proyecto persigue conocer la calidad del agua de diferentes sitios del Río Uruguay, mediante un estudio integral de bioindicadores y parámetros fisicoquímicos, buscando contribuir a la pertinencia social a través de charlas educativas a la comunidad para la toma de conciencia de la preservación del medio ambiente.
“Alrededor de 2007, cuando comencé a estudiar las diatomeas, estas microalgas que son indicadoras de cambios fisicoquímicos del agua, recién se estaba comenzando a hablar de que podían ser bio indicadoras de calidad de agua.
En ese momento, empecé a trabajar con el Río de San Luis, y nos conocimos con Martín, ya que estábamos estudiando lo mismo, cada uno en su región.
Actualmente, me encuentro llevando a cabo una investigación con los mismos índices y muestreos que se están utilizando en la FCAL y partir de eso, empezamos a trabajar conjuntamente entre ambas universidades.
También trabajamos con la bio remediación a través del cultivo del alga Scenedesmus, una investigación que también se está trabajando en la Facultad de Concordia, pero en relación a las propiedades alimenticias de las algas. Por eso, apuntamos a que se nacionalice el saber de este tipo de estudios, de recursos, resultados, experiencias”, comentaba la Dra. Daruich.
El proyecto es anual y se recolectan muestras de agua en relación a las diferentes estaciones del año, con el fin de observar variaciones en parámetros físico químicos y biológicos. Los ecosistemas lóticos, los ríos, presentan un patrón único de diversidad biológica. En un cuerpo de agua, los sedimentos actúan como compartimientos de almacenamiento de información de estos ecosistemas.
El análisis de los mismos, desde el punto de vista biológico (evaluando bacterias o diatomeas), así como fisicoquímico, puede ayudar a entender su historia y predecir su futuro. Debido a las características de las diatomeas, las mismas son consideradas como indicadoras de la calidad del agua y referentes geoambientales.
Por otra parte, la OMS, en sus directrices para ambientes de aguas recreativas seguras, establece los efectos en la salud asociados con la contaminación fecal en las aguas, por lo cual, el proyecto también evaluará los parámetros bacteriológicos, principalmente, en verano.
El Río Uruguay, al igual que sus afluentes, han resultado afectados por una intensa actividad antropogénica, acompañada muchas veces por la falta de una planificación adecuada en la explotación de los recursos. Las prácticas agrícola-ganaderas, las actividades industriales y en algunos casos, la deficiente infraestructura sanitaria de la población, generan que muchos de estos ecosistemas acuáticos se hallen en un estado de deterioro.
En este sentido, el proyecto busca atender a esta demanda eco social para la toma de conciencia de la preservación del medio ambiente.