Evitar la deforestación para reducir las emisiones de carbono en Entre Ríos

Un estudio estimó el carbono almacenado en la biomasa aérea de los bosques nativos del espinal, Distrito del Ñandubay de Entre Ríos, y su potencialidad para la reducción de emisiones de CO2 por deforestación evitada.

Un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Entre Ríos y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Entre Ríos se dedicó a analizar la importancia de cuantificar el carbono almacenado en los bosques del Espinal a fin de contribuir en la definición de estrategias de conservación que garanticen el mantenimiento de las reservas actuales y, con ello, la provisión de sus servicios ambientales.

Este trabajo explica cómo a partir de un escenario de deforestación cero a partir del año 2020 se lograría una reducción de emisiones del orden de 17.7 teragramos (tg: medida de masa que es igual a un billón de gramos) de CO2 para el 2030, datos que representan un 3.7% de la meta nacional propuesta por Argentina de no superar la emisión neta para dicho año (de 483 Tg CO2). Además, explica que la conservación de los bosques del Espinal constituye un mecanismo de gran potencial para generar y comercializar créditos de C según los estándares del mecanismo REDD+.

Vale recordar que el proceso de pérdida y degradación de los bosques nativos de Argentina condujo al gobierno nacional a regular su uso en función de su valor de conservación a través de la Ley N° 26331/07 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. La provincia de Entre Ríos adhiere a esta legislación a través de la Ley N° 10284/14, mediante la cual ordena sus bosques pertenecientes a la provincia fitogeográfica del Espinal.

En ese sentido, contar con datos sólidos, consistentes y específicos sobre la cobertura boscosa, las emisiones y captura de carbono de las cubiertas forestales, y las dinámicas de deforestación es indispensable en este contexto y deben ser medidos, monitoreados y reportados regularmente.

Resultados obtenidos en El Espinal

El trabajo se realizó en el área de bosques nativos de la provincia fitogeográfica del Espinal en Entre Ríos. Estos ecosistemas boscosos han sido tradicionalmente utilizados para la producción ganadera de cría bovina, constituyendo la base de los establecimientos agropecuarios. El Espinal abarca 329 395 km2 y se divide en tres distritos, según sus formaciones vegetales: del Ñandubay, del Caldén y del Algarrobo (Cabrera, 1976). El Distrito del Ñandubay se extiende por el este y sur de Corrientes, y el noroeste y centro de Entre Ríos. En esta zona se ha reducido en área de bosques nativos, producto del avance de la frontera agrícola.

Ecorregión Terrestre Espinal

Durante esta investigación, Los valores de biomasa aérea variaron según el tipo fisonómico. En los bosques de Ñandubay-espinillo y de Ñandubay tipo parque las mayores contribuciones a las reservas de C corresponden a la especie P. affinis (70 y 64.4%, respectivamente), en tanto que la P. nigra constituye la especie de mayor aporte (47.7%) en los bosques de Ñandubay-espinillo con otras especies.

A partir de la cantidad de carbono y las proyecciones de emisión de C02 estudiadas, el estudio concluye que las áreas evaluadas tienen alto potencial para ser incluidas en proyectos REDD+, potenciando la conservación del carbono en estos ecosistemas y, con ello, apoyando las metas de reducción de emisiones del país. 

Los resultados obtenidos podrían ser útiles como estimados de emisiones previas en el planteamiento de proyectos REDD+. Dichas estimaciones realizadas se refieren sólo a emisiones de C por deforestación, sin incluir la degradación forestal (aspecto que adolece de vacío de información para bosques en Argentina) ni el reemplazo de las áreas deforestadas por otra cobertura vegetal que capture CO2 atmosférico.

Deforestación evitada

Los bosques desempeñan una función decisiva para determinar la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera. Actúan como sumideros de carbono (C), absorbiendo el equivalente a aproximadamente 2 000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año.

Se estima que los bosques tienen un enorme potencial de mitigación –atenuación de daños- por su capacidad de capturar el CO2 atmosférico durante el proceso de fotosíntesis. Ello supone que, para el 2050, podría almacenar entre el entre el 10% y el 20% de las emisiones de combustibles de origen fósil previstas para ese año. Por ello, la deforestación evitada, el manejo sostenible de los bosques nativos y la creación de nuevas áreas forestales son esenciales para nuestro futuro.

Asimismo, la estrategia de reducción de emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques (REDD+), así como las funciones de la conservación, la gestión sostenible de los bosques y el incremento de las existencias forestales de carbono, son cruciales para adoptar medidas a nivel mundial orientadas a combatir el cambio climático.

Iniciativa REDD+

La iniciativa REDD+, incluida en las agendas de la COP13 de la Convención Marco sobre Cambio Climático, busca dar un vuelco al equilibrio económico hacia una gestión sostenible de los bosques. El objetivo es que los bienes y servicios económicos, medioambientales y sociales puedan beneficiar a países con este tipo de ecosistemas.

Esta estrategia intenta que los bosques tengan un mayor valor en pie al que tendrían talados, creando un valor financiero del carbono almacenado en los árboles. En Argentina, el sector forestal cumple un rol primordial para lograr la meta de no superar la emisión propuesta para el año 2030 (neta de 483 Tg de CO2). Esta meta fue establecida en la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) en el marco del cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París. Según el último Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero del 2017, la deforestación contribuye con el 14.5% de las emisiones totales del país. Desde 1935, el país ha perdido cerca del 70% de sus bosques a un ritmo de 230 000 hectáreas por año. En el extenso territorio argentino, las causas, tipos y tasas de deforestación o degradación difieren según la zona ecológica. Ello hace necesario el desarrollo de esquemas de intervención a ser abordados por la estrategia REDD+ y que tengan en cuenta las condiciones específicas de cada región ecológica específica.

El equipo de investigación

Todos los datos aquí presentados se encuentran en el artículo “Reducción de emisiones de carbono por deforestación evitada en bosques del Espinal (Entre Ríos, Argentina)”, publicado en la revista Colombia Forestal, 24 (2).  Fue realizado por Silvana María José Sione, Hernán Jair Andrade, Marcelo Germán Wilson, Leandro Javier Rosenberger, María Carolina Sasal, Silvia Gabriela Ledesma y Emmanuel Adrián Gabioud. Este trabajo fue financiado por el proyecto GEF PNUD ARG/10/G49-PNUMA 4B 85: “Incentivos para la conservación de servicios ecosistémicos de importancia global”; por el PID-UNER 2223: “Captura y fijación de carbono como servicio ambiental de los bosques nativos del Espinal” de la Universidad Nacional de Entre Ríos; y por el Proyecto INTA PE I020: “Desarrollo de criterios para diseño, monitoreo y evaluación de estrategias de intensificación sostenible de agroecosistemas, basadas en múltiples servicios ecosistémicos”.

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