Biosynáptica es una spin off tecnológica formada por investigadores de la UNL y el Conicet y profesionales santafesinos. Desarrolla un neurofármaco innovador, basado en eritropoyetina humana (hEPO), para satisfacer las necesidades de millones de personas en todo el mundo que padecen afecciones del sistema nervioso central.
“BioSynaptica surge como consecuencia de un trabajo conjunto entre las personas que las formamos. Cada uno desde su lugar aporta para que esta empresa de base tecnológica (EBT) crezca y pueda llegar a hitos concretos”, explicó Marcos Oggero, Investigador de CONICET Santa Fe y cofundador de BioSynaptica. Esta empresa surgió a partir del trabajo realizado en el Centro Biotecnológico del Litoral por Marcos Oggero, Milagros Bürgi, Matías Depetris y Ricardo Kratje, con el objetivo de recaudar las inversiones necesarias para continuar el proyecto.
Enfermedades y tratamiento
La hEPO es un bioterapéutico utilizado para el tratamiento de anemias, dado que produce y mantiene glóbulos rojos en circulación. Además, hEPO presenta actividad neuroprotectora y neuroplástica. Sin embargo, al emplearse como neurofármaco en pacientes que no padecen anemias, ocasiona efectos secundarios asociados a su acción eritropoyética. Por eso, desde BioSynaptica han generado candidatos neuroterapéuticos basados en hEPO, mediante una idea innovadora, para anular su efecto indeseado y preservar su capacidad como neurofármaco.
Las enfermedades neurodegenerativas son trastornos que se caracterizan por un deterioro progresivo de la función motora o cognitiva provocado por una pérdida selectiva de neuronas dentro del sistema nervioso central. Algunas de estas son el Alzheimer, el Mal de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que provocan serias consecuencias cognitivas, físicas y psicosociales. Para esta serie de afecciones hoy en día no existe un tratamiento efectivo que permita prevenirlas o curarlas.
Pensar en un bioterapéutico es un trayecto muy largo con infinidad de curvas y contracurvas y muchas personas e instituciones que tienen que aportar lo suyo, no solo el conocimiento, para aspirar a algo concreto. Son muy pocos los productos que llegan al mercado, tras un periodo de desarrollo, y por ello el trabajo es arduo y complejo. Por ello, el objetivo de esta star-up es hacer todo lo posible para contribuir con el tratamiento de las mencionadas patologías.
“Se demostró que por lo menos uno de los tres derivados de hEPO de nuestra invención ‒hasta ahora ensayados‒ atraviesa la barrera hematoencefálica, carece absolutamente de actividad eritropoyética (efecto secundario) aún en las elevadas dosis aplicadas durante el período de 21 días de duración del ensayo, carece de toxicidad a dichas dosis, y preserva las propiedades neuroprotectoras y neuroplásticas en los animales de experimentación en forma análoga a Hepo” explicó Oggero.
Con perspectiva de continuar con el desarrollo, el grupo está en la búsqueda de fondos públicos y privados para financiar el trabajo. También firmaron un convenio de incubación de la empresa, en el marco de la UNL, para que el grupo pueda avanzar en el desarrollo de la tecnología y su puesta a punto para ser incorporada al mercado, mediante su licenciamiento a otras empresas biofarmacéutica.
Vale destacar que en diciembre de 2021 este grupo de investigación obtuvo una mención del Premio Milstein a la investigación en biotecnología con impacto en la Salud Humana organizado por el Conicet y la Fundación Pablo Cassará por su proyecto “Neuroprotección y neuroplasticidad: el FUTURO de una molécula que AYER era solamente un medicamento estimulante de la eritropoyesis”