El derecho a acceder a un parto respetado está contemplado por la Ley 25.929. Sin embargo, distintos grupos activistas siguen denunciando hechos de violencia obstétrica. Al respecto, una investigación de la UNER analiza el estado de los derechos sexuales y reproductivos en Entre Ríos.
El parto respetado es el derecho a que prevalezcan las voluntades y necesidades de cada persona gestante durante el periodo de embarazo, parto y posparto. En su defecto, la violencia obstétrica se produce cuando existe falta de información y comunicación o un trato cruel, deshonesto, deshumanizado o humillante por parte del personal de salud hacia el recién nacido o los progenitores.
Distintos grupos activistas luchan constantemente para que ciertas experiencias que antes eran concebidas privadas y personales, como el embarazo, el parto y la crianza, hoy puedan ser discutidas socialmente y sean tratadas como asuntos públicos. Una investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos analizó de forma sistemática estos grupos y asociaciones feministas para comprender el estado y conocimiento sobre los derechos sexuales y reproductivos en la provincia.
Los riesgos de las cesáreas
En reiteradas ocasiones se realizan intervenciones médicas en personas gestantes sin que ellas tengan suficiente información sobre los riesgos que conllevan. En este sentido, la cesárea es la cirugía más frecuente en la actualidad y durante la última década se ha detectado un aumento constante. Este procedimiento debe realizarse cuando hay sufrimiento fetal, retraso del crecimiento intrauterino, enfermedades agudas o crónicas que pongan en riesgo el parto, hemorragias, rotura de útero, entre otros motivos.
Sin embargo, en la investigación se sostiene que muchas veces las cesáreas son “fundadas en motivos no médicos y por lo tanto serían contrarias a un parto respetuoso de los tiempos psicológicos y fisiológicos de la madre y el bebé”. La Organización Mundial de la Salud recomienda una tasa ideal de cesáreas que oscile entre un 10% a 15%, ya que cuando se lleva a cabo sin justificaciones médicas se puede poner en riesgo la salud a corto y largo plazo.
Según el relevamiento de datos de distintos hospitales públicos del país, el 30 al 35% de nacimientos es por medio de estas intervenciones quirúrgicas, mientras que en instituciones privadas esta cifra se duplica. Asimismo, de acuerdo a datos recopilados en la investigación, el Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (IOSPER) aseguró que entre enero y agosto de 2015 se realizaron 2.360 partos de los cuales 1.581 (el 67 %) fueron por medio de cesáreas.
Desde la ley
En 2015 fue reglamentada la Ley 25.929 que garantiza el trato digno y respetuoso hacia las personas gestantes, sus hijos y parejas en el embarazo, el parto y el posparto. De esta forma, el sistema de salud debe respetar las particularidades de cada familia (etnia, religión, nacionalidad). En ningún caso debe existir maltrato físico o verbal, exceso de medicalización ni atención negligente. Siempre se debe decidir de forma conjunta la forma de controlar el dolor, la posición, la forma y vía de parto.
También la persona gestante tiene derecho a elegir por quien ser acompañada y a ser informada sobre la existencia de complicaciones y los riesgos o ventajas de cada tratamiento. Por su parte, el recién nacido tiene derecho a ser tratado de forma digna y respetuosa, a tener una identificación inequívoca y a estar en contacto con la persona progenitora desde el primer momento. Cuando no se cumplen ni respetan estos derechos se comete violencia obstétrica que es contemplada por la Ley 26.485 y es definida como “aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres”.
Visibilizar derechos
La investigación mencionada afirma que en Entre Ríos el activismo por un parto respetado encuentra un terreno fértil en grupos y asociaciones feministas. Estos colectivos realizan una serie de prácticas “que transitan de modo fluido por los espacios online y offline, aprovechando de este modo las posibilidades que brindan las redes sociales sin resignar, a su vez, presencia y compromiso con acciones locales”. Los grupos analizados fueron: Multisectorial de Mujeres (Gualeguay), Brujas Insurrectas (Concepción del Uruguay), Las Dragonas (Paraná), Asamblea de Género (Gualeguaychú), EnRedada Feminista (Gualeguaychú-Pueblo Belgrano) y Colectiva de la Plaza (Colón).
Estos grupos feministas se fueron formando desde 2013 y suelen utilizar las redes sociales para contar sus propias experiencias, denunciar públicamente hechos de violencia y para organizar marchas, talleres, asambleas y distintas actividades de visibilización en sus ciudades. El activismo de estos grupos se apoya en el marco legal para denunciar la violencia obstétrica y ponen en discusión los saberes médicos hegemónicos. Además, se destaca la labor que realizan para generar una conciencia crítica en la sociedad sobre la erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres y el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Sobre la investigación
Estudio cualitativo sobre el activismo en torno al parto y al nacimiento respetado en la provincia de Entre Ríos, Argentina es un proyecto de investigación realizado desde la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos. El trabajo recopila y describe las distintas prácticas asamblearias y ciberactivistas de seis grupos entrerrianos feministas que buscan generar conciencia sobre la violencia obstétrica y el derecho a tener un parto y un nacimiento respetado. Las autoras del trabajo son María González, Ema Schuler, Marina Mattioli, Ana García Presas, Andrea Guido, Eliana Ledesma, Carina Leiva, Karen Linares dos Santos, Micaela Miño, Lourdes Pérez Restoy, Milagros Roude Marano, María Venere y Antonella Rochon