Los desarrollos tecnológicos recientes imponen nuevas reglas de juego, ante lo cual la comunicación y el periodismo se hacen cada vez más necesarios.
Realidad y verdad siempre fueron tema de debates filosóficos y científicos. Durante el Siglo XX, desde diversos campos de conocimiento se generaron nuevos hallazgos y teorías que atentaron contra estos conceptos: el descubrimiento de la actividad inconsciente, y con ello la única certeza de que no podemos controlar todo lo que hacemos y pensamos; la relatividad de Einstein, develó que lo ocurre de un modo acá puede no pasar del mismo modo en otra parte del universo; la física cuántica, especialidad que indaga un micromundo imposible de observar sin la ayuda de la tecnología y en el cual suceden cosas de manera muy diferentes al nuestro; el desarrollo del campo de la semiótica, a partir del cual se reflexiona acerca del carácter estructural del lenguaje con el acceso al mundo. La lista podría extenderse…
Ahora bien, ninguno de estos conocimientos generó lo que algunas tecnologías actuales: la creación de verdades y nuevas realidades.
En la era de la información y la conectividad digital, la propagación de fake news se ha convertido en un desafío creciente para la sociedad. Estas son noticias falsas, fabricadas intencionalmente para engañar o manipular al público. Combinadas con la rápida difusión a través de las redes sociales y otras plataformas en línea, sus consecuencias pueden ser extremadamente perjudiciales. Ya sucedió durante la pandemia, época en la cual proliferó un cúmulo de información falsa sobre la Covid-19 y sus tratamientos. Las fake news pueden tener diversas motivaciones, como generar clickbait para aumentar el tráfico en sitios web, influir en opiniones políticas o promover productos y servicios engañosos.
Por otra parte, se encuentra la Realidad Virtual (RV) una tecnología que está transformando la manera en que interactuamos con el mundo digital. A través de dispositivos de inmersión, esta tecnología nos sumerge en mundos virtuales tridimensionales, ofreciéndonos experiencias sensoriales envolventes y realistas. La RV tiene un amplio abanico de aplicaciones en diferentes áreas como: entretenimiento, educación, salud, diseño, entre otras. Esta tecnología tiene el potencial de fomentar la colaboración entre personas, mejorar la productividad y romper barreras geográficas y culturales. Sin embargo, también plantea desafíos y preocupaciones. La adicción, el aislamiento y las desigualdades sociales que se generan en estos entornos, son algunos de los aspectos a considerar.
Finalmente, el gran tema del 2023: la Inteligencia Artificial (IA). Desde el lanzamiento de la versión de Chat GPT-3 a comienzos de este año se generó un revuelo sobre la aparición de este tipo de programas y sistemas que tiene la capacidad de crear textos, imágenes, videos, entre otros. Actualmente, se debate en torno a sus modos y fines de utilización, las potencialidades de estas tecnologías y sus consecuencias. El foco principal está puesto en la automatización de actividades laborales, sociales y productivas que permite la IA y qué depara a la humanidad la utilización de la misma.
El trasfondo de estas tecnologías son, principalmente, el uso de algoritmos -para interpretar las opiniones y actitudes de usuarios- y sus fines comerciales. Los datos personales son continuamente vulnerados para ofrecer información individualizada. Ello conlleva a otra de sus consecuencias, los filtros burbuja. Los algoritmos predicen y seleccionan la información que podría interesarle. Su punto de vista se ve sesgado, imposibilitado de acceder a visiones y prácticas que no son compatibles con la propia.
Más necesario que nunca
Los desarrollos tecnológicos descritos distorsionan la información, crean nuevos mundos y limitan la experiencia personal. Ante algunos de estos avances no faltan los vaticinios sobre la desaparición de actividades laborales, entre las cuales se encuentra el periodismo. Al contrario, el actual contexto requiere de la comunicación y periodismo entre personas para poder generar consenso sobre la realidad.
Resulta necesario contar con instituciones y profesionales que compartan información sobre las nuevas tecnologías, sus características, posibles usos y consecuencias para el hogar, el trabajo, la educación, la salud, etcétera. Asimismo, que desentrañen sus orígenes e intenciones, y pongan en debate su regulación. Históricamente, el periodismo ha tenido el rol de “perro guardián” de la sociedad. Esto es, velar por los intereses y derechos de la ciudadanía. El periodismo y la comunicación presentan una posibilidad para involucrar a la población en debates que son importantes y urgentes.
En un mundo, cada vez más, mediado por la tecnología resulta imperante propiciar un debate genuino sobre su regulación y usos. Las tecnologías tienen propósitos políticos, económicos y sociales bien definidos. Es por ello que resulta necesario el periodismo y la comunicación como fuentes de información confiables, que fomenten la reflexión sobre estos temas y el involucramiento de la ciudadanía.
Pese al panorama expuesto, las tecnologías informáticas y digitales, también representan una posibilidad para iniciativas de comunicación y periodismo que se orientan en base a los lineamientos que resguardan los derechos ciudadanos. Se puede recurrir a los sitios institucionales, medios de comunicación de referencia y redes propias de especialistas. En el caso de la comunicación y periodismo de ciencias todas las universidades y centros de investigación públicos tienen sus canales propios, también, existen diferentes propuestas como Ideas del Litoral en donde reflexionamos en torno a la actividad científica y tecnológica, y fomentar el interés y la participación de la población.