Consejos claves para la economía personal

Nuevas herramientas digitales y la evolución de la economía brindan más opciones para manejar el dinero de forma inteligente. La clave está en informarse y entender, aseguran especialistas de la UNL.

El valor del dinero lo aprendemos en casa. Desde pequeños lo vemos y aprendemos en nuestro entorno. Contar con una buena educación financiera desde corta edad nos brinda herramientas para lograr el equilibrio y, en algunos casos, mayor rentabilidad. La clave: conocer, estudiar, informarse.

“Como seres humanos la relación que tenemos con el dinero empieza sí o sí desde casa. Aunque no lo veamos, inconscientemente vamos afianzando esas conductas. Si me pregunto ¿por qué actúo hoy en día de esta manera con el dinero? es muy posible que encontremos algún patrón en nuestra infancia”, señala Agustina Huespe, docente de Economía Monetaria.

Partiendo de la base que la educación financiera es el conjunto de habilidades o herramientas que un individuo tiene para el manejo de sus finanzas personales, Huespe señala que “actualmente existe mucha información, y en algunas escuelas se está comenzando a desarrollar el dictado de nociones referidas a la temática. Pero es importante resaltar que es una responsabilidad compartida entre familia, educación, instituciones educativas y gobiernos, quienes deben atender a la creación de proyectos para capacitar a la población”, asegura y destaca: “Cuando enseñamos a ahorrar desde pequeños, el dinero cobra un rol donde podemos comprender su importancia, tener conciencia de lo que significa administrarlo”.

Ahorrar antes de gastar

¿Cómo encontramos equilibrio entre ahorrar y gastar? “En realidad los grandes inversionistas, plantean que es fundamental ahorrar antes de gastar. No es gastar y lo que te sobra ahorrar. Siempre se recomienda destinar dentro de lo posible el 10% de nuestro ingreso a un ahorro para que podamos tener un pequeño fondo. Asimismo, el equilibrio depende de cada persona cuando se plantea sus objetivos económicos”, sintetiza la especialista.

Planificación, el primer paso

¿Tiene sentido el ahorro? ¿Para qué ahorrar? Martín Dutto, docente de Administración Financiera, se acopla a las ideas de Huespe y agrega que “para cada individuo saber manejar el dinero es una necesidad. La educación financiera es el conjunto de elementos o de actividades que nos permiten aprender a manejar ese dinero. Hoy en día, en cualquier país desarrollado y también en los en desarrollo, hay una tendencia mayor a incluir incluso a nivel secundario, los conceptos básicos para poder manejar las finanzas diarias, pero también para poder realizar una planificación de las mismas y de nuestra vida desde un punto de vista económico, lo que repercute en muchos otros aspectos tanto para permitir como para imposibilitar, y es ahí donde se torna imprescindible estar capacitados”, destaca.

“Cuando estamos planificando nuestras finanzas debemos tener en claro cuál es el horizonte, es decir si estoy ahorrando para el próximo año o estoy ahorrando para los próximos 10 años, porque no es lo mismo el escenario a tener en cuenta. Otro punto, que también es muy importante, es saber qué riesgo estoy dispuesto a afrontar”.

Rendimiento, seguridad, inflación, inversiones, riesgos, son variables, conceptos que comienzan a aparecer a medida que nos adentramos en el mundo de las finanzas y que es importante comprender para alcanzar nuestros objetivos. “En el contexto de Argentina 2025 donde el sistema financiero parece estar saludable, el plazo fijo o la compra de dólares son opciones para aquellos que quieren cubrir la inflación”, indica. Asimismo, Dutto señala que existen otras opciones para las que es necesario poner en valor nuestra educación financiera.

Inversiones y riesgos

Las decisiones financieras varían en torno a la personalidad de cada individuo y Gabriel Binetti, docente en Mercado de Capitales, lo sintetiza muy bien al señalar que “el mercado es para todos, pero no todos los instrumentos son para todos y a veces  ese perfil se puede ir modificando”. Refiere que a medida que uno va conociendo, teniendo mayor seguridad sobre cómo se desarrolla el mercado, la economía, adquiere más confianza y esto le permite acercarse a conocer instrumentos de mayor riesgo”.

“Hay dos cuestiones importantes en las finanzas personales. Primero, saber cómo operar. Y la segunda es saber qué y cuándo comprar y eso ya es más complejo de analizar y no siempre se tienen las herramientas o la predisposición para hacerlo,” expone Rogelio Villanueva docente coordinador de la Diplomatura en Operatoria y Análisis de Mercados Financieros.

 “El mercado de capitales está compuesto por una serie de instituciones entre las cuales se encuentran las que antes se denominaban agentes de bolsa y que actualmente se llaman agentes de liquidación y compensación o “brokers”. A través de este mercado, lo que podemos hacer es acceder a fondos comunes de inversión, que hoy en día tienen una tasa de rendimiento inferior a un plazo fijo, pero con la flexibilidad de poder disponer de la inversión en 24 horas directamente. Ejemplo de esto son las billeteras virtuales”, grafica Gaspar Res, docente de Administración III.

También podemos encontrar el mercado de títulos como bonos, obligaciones negociables que son instrumentos de renta fija; y otros instrumentos de mayor riesgo que son renta variable como acciones y Cedears. Asimismo, se encuentran otros tipos de activos, no tradicionales como las criptomonedas, que requieren de mayor conocimiento para poder operar.

Las inversiones están relacionadas a la estructura sobre la que están sostenidas. “El valor de los activos financieros depende de lo que tienen detrás, que es generalmente un activo real. Por ejemplo, un bono tiene la garantía de quién lo emite, que puede ser el Estado o una empresa privada. Una acción tiene la garantía de la empresa que emitió las acciones”, apunta Res. 

En el caso de las criptomonedas existe una diferencia: “Esas monedas por su propia concepción, en una gran cantidad de casos, carecen de activos reales de sustento, pero sí cuentan con un sistema tecnológico extremadamente seguro donde es imposible su manipulación de allí su nombre de criptomonedas”, enfatiza.

Por último los especialistas señalan que independientemente del medio que se aborde para realizar operaciones, es muy importante llevar un control, estar atentos, revisar los resúmenes o las aplicaciones para ver cómo se va desarrollando el proceso y que eso nos permita tener el control de nuestro dinero. “El mercado de capitales es una cosa extremadamente seria y está organizado de manera tal que trata de evitar o reducir todos los riesgos. Debemos saber que la educación financiera también implica que uno tiene que conocer cómo controlar lo que compró”, asegura Rogelio Villanueva dejando en claro que esta responsabilidad es parte de las obligaciones de quienes quieren ingresar al mercado.

Las apps, nuevos instrumentos

La tecnología, el acceso a aplicaciones, la información constante han ido modificando el sistema financiero y la manera de relacionarnos con él. En este sentido Villanueva rescata: “Lo que ha cambiado mucho es la forma de operar a partir de la incorporación de la tecnología, pero la forma de evaluar o analizar los activos financieros se mantiene. Hoy, las nuevas generaciones se encuentran muy cerca de algunas herramientas que les permiten operar de manera distinta a lo que hacíamos nosotros cuando nos acercábamos a un banco; pero cuando uno trabaja a través de una app, no quiere decir que no tiene nada que ver con los bancos, las apps son un instrumento, un intermediario, pero en el fondo en donde se depositan los recursos y donde se tiene que hacer la transferencia es en entidades bancarias”, sintetiza.

Iñaki Apezteguia asesor en critptos recibido en la FCE comenta que “las criptomonedas son activos digitales diseñados para funcionar como una forma de dinero, pero sin la necesidad de intermediarios como bancos o gobiernos. Se basan en una tecnología llamada blockchain, que actúa como un libro contable público y descentralizado donde se registran todas las transacciones de manera segura, transparente y cronológica”.

Para garantizar la integridad del sistema, las criptomonedas emplean criptografía avanzada, utilizando algoritmos matemáticos que aseguran que los datos no puedan ser falsificados ni manipulados. Entre las cosas que las distinguen del dinero que usamos todos los días, Apezteguia señala “su descentralización es decir que las criptomonedas no son emitidas ni controladas por ningún gobierno o banco central; tienen una oferta limitada, muchas, como Bitcoin, tienen un suministro máximo definido, a diferencia del dinero fiduciario, cuya emisión puede ser ilimitada, son globales y sin fronteras y por último la volatilidad que la convierte en una moneda más inestables que las tradicionales.

Según el empresario, “las criptomonedas —sobre todo Bitcoin y Ethereum— ya no son una moda pasajera, sino parte de un cambio estructural en cómo entendemos y usamos el dinero. Y agrega: “aunque no todas las criptomonedas sobrevivirán, el concepto y la tecnología detrás de ellas tienen un futuro claro”.

Fuente: Universidad Nacional del Litoral

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