La producción metalúrgica crece, pero no logra revertir la caída

Aunque hubo una mejora interanual, desde AIM advierten que el sector metalúrgico en Rosario sigue en crisis. Las ventas siguen por debajo de los niveles de 2024 y la pérdida de empleo continúa. Solo el 45% de las actividades logra ganarle a la inflación. El único dato alentador: se recupera la maquinaria agrícola. Informe de Fisfe.

Los últimos informes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM) de Rosario y la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) muestran dos caras de una misma moneda: la producción metalúrgica subió 26% interanual en marzo de 2025, pero la facturación real sigue en rojo. Aunque el repunte productivo responde en parte a una base comparativa muy baja tras el derrumbe de 2024, la recuperación sigue siendo frágil, irregular y sin reflejo claro en los ingresos del sector.

Según AIM, en Rosario la actividad metalúrgica acumuló una caída real de 11,8% en el primer bimestre de 2025, incluso respecto a los deprimidos niveles del año anterior. Solo dos de las ocho ramas principales —aparatos de uso doméstico y fundición de metales— lograron crecer por encima del índice de precios al consumidor. El 45% de las actividades metalúrgicas mostraron aumentos nominales superiores a la inflación, pero estas solo representaron el 37% de la facturación total.

Mientras tanto, el informe de FISFE confirma que la industria metalúrgica santafesina mostró signos de vida en marzo, impulsada especialmente por maquinaria agropecuaria (+60,4%) y carrocerías y remolques (+25,8%), pero con retrocesos notables en autopartes (-4,5%), fundición (-13,3%) y productos metálicos para uso estructural (-10,5%). En total, el 53% de las ramas metalúrgicas mostraron menos actividad que en marzo del año pasado.

Otro dato que preocupa es el empleo: en el Gran Rosario, la caída interanual fue del 2,4% en el último trimestre de 2024. A nivel nacional, la industria metalmecánica perdió casi 7 mil empleos formales, con retrocesos que se mantienen desde marzo del año pasado.

La actividad metalúrgica viene en picada desde septiembre de 2022. En Rosario, la facturación mensual siempre se ubicó por debajo del índice de precios desde entonces, revelando una pérdida de poder de fuego para un sector que, a pesar del repunte productivo reciente, aún no logra encender sus motores con fuerza.

El informe también advierte sobre el impacto de la menor demanda local y la presión de importaciones. En 2024, las manufacturas industriales exportadas desde Santa Fe crecieron 4,9% en valor, pero los sectores más competitivos fueron el biodiésel, los productos químicos y los de caucho. La metalmecánica, en cambio, sigue en retroceso tanto en producción como en ventas.

En conclusión, la industria metalúrgica de Rosario muestra señales técnicas de recuperación pero aún con un estado financiero débil, pérdida de empleo y una demanda que no termina de levantar vuelo. La resiliencia industrial existe, pero el margen para entusiasmarse sigue siendo escaso.

Fuente: ECOS365

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