Una investigación veterinaria propone cambiar la forma de estudiar anatomía

Se trata de un método de conservación de material anatómico sin uso del formol, compuesto químico riesgoso para la salud.

Una investigación en la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), posibilitó desarrollar una novedosa técnica para la conservación de cadáveres de animales sin utilizar formaldehido, un compuesto químico conocido comúnmente como formol y que implica riesgos para la salud humana.

El método, denominado CFP-Soft Fix, fue desarrollado por el Médico Veterinario Carlos F. Pereyra en el marco de su Tesis Doctoral, y hoy adquiere mayor relevancia al ser difundido recientemente en una publicación científica, lo que allana el camino para su aplicación en diversas áreas de la medicina veterinaria.

Se trata de una técnica que evita totalmente el uso de formaldehido en las soluciones conservantes de material anatómico, proponiendo una fórmula que posee reemplazos inocuos y económicos.

“Lo logrado pone una vez más en evidencia el papel que juega la universidad pública y la ciencia en la generación de conocimientos y resolución de problemas”, resaltó el decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Mariano Garate.

El formaldehído es la sustancia más utilizada como fijador y conservador de tejidos en todo el mundo, desde 1893 a la fecha. Logra la producción de piezas anatómicas con resultados excelentes en lo que se refiere a evitar la putrefacción y conservación de tejidos por periodos prolongados de tiempo, requiriéndose altas concentraciones del mismo, si se pretende la conservación de cadáveres completos para fines académicos o didácticos.

Sin embargo, son conocidos sus efectos nocivos para la salud de quienes se ven expuestos al trabajar con él. Los vapores emanados por el material conservado irritan las mucosas nasal y ocular en primera instancia, y si el tiempo de exposición es alto se generan lesiones más graves, pudiendo llegar a desencadenar diferentes niveles de toxicidad y hasta procesos neoplásicos. Y a ello se suma otra dificultad: las piezas conservadas pierden sus características morfológicas con el tiempo, se endurecen y pierden el color quedando todos los tejidos de una tonalidad similar.

Esta situación ha llevado a la búsqueda de nuevas sustancias para reemplazarlo, resultando en algunos métodos que no son de fácil aplicación, o muy onerosos al requerir gran infraestructura para su instrumentación.

La investigación desarrollada por el Doctor Pereyra y su equipo, se basó, precisamente, en eliminar completamente el formaldehido de las soluciones conservadoras, generando una preparación que logró además mejorar las características morfológicas del material conservado como el volumen, color, flexibilidad y elasticidad de los tejidos, respecto de lo que se obtenía con las soluciones clásicas que poseían formol.

La fórmula diseñada resultó un producto no irritante y casi inodoro, que conserva el color, la flexibilidad y la plasticidad de los preparados tornándolos muy similares a los del animal vivo, además de mantener las características naturales de músculos, preservar una amplia movilidad articular y mantener la elasticidad de todos los tejidos.

El trabajo publicado estudió los efectos de las soluciones conservantes en el aparato locomotor, pero el equipo de investigación se encuentra trabajando a través de un nuevo proyecto de Tesis Doctoral en el estudio de aplicación del método en vísceras con resultados preliminares muy alentadores.

Esta combinación única de apariencia natural, flexibilidad, calidad, y facilitamiento del manejo de los tejidos, logra amplia longevidad del material conservado, y no requiere de infraestructura sofisticada para su aplicación, resultando en un método asequible.

La proyección de esta investigación radica en el uso de estos especímenes conservados en todas las aplicaciones en las que se requieren flexibilidad y durabilidad, abriendo nuevas áreas de investigación, capacitación y extendiendo su utilización a grupos que no sean estudiantes de anatomía. Métodos complementarios como la artroscopía, laparoscopía, endoscopía y el diagnóstico por imágenes, o técnicas quirúrgicas pueden ser realizadas, brindando a los usuarios características realistas para prácticas.

Este trabajo se desarrolló en forma multidisciplinaria con el área de Morfología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR.

Mediante la aplicación del método CFP-Soft Fix, el estudio de la anatomía podría desarrollarse de forma segura y no solo basada en imágenes, permitiendo el abordaje de conocimientos sobre cadáveres que se presentan con condiciones similares a la del animal vivo.

Este tipo de aprendizaje propiciará en los estudiantes la incorporación de un conocimiento detallado de la anatomía, al facilitar el reconocimiento de estructuras y relaciones topográficas mediante la experiencia directa, y permitirá el desarrollo de habilidades hápticas (capacidad de percibir y manipular objetos a través del tacto), indispensables para un profesional de la salud.

Fuente: EL LITORAL

Related posts

La robótica impulsada por IA transforma la logística

Expedición del CONICET: qué significó para los científicos de la región

Seis artistas santafesinos en busca de un lenguaje común