Rosario, pasado y presente: un recorrido documental por sus orígenes

Un equipo del Instituto de Investigaciones Socio Históricas Regionales (Conicet-UNR) recopiló y publicó documentos sobre los orígenes de Rosario en 1725.

Mapas, actas del cabildo, censos y padrones, diarios de viajes y campañas son algunos documentos sobre los orígenes de Rosario que investigadores del ISHIR (Conicet-UNR) recopilaron, transcribieron y publicaron en un nuevo sitio web de la Municipalidad de Rosario.

El proyecto, coordinado por el Director del Instituto Darío Barriera y desarrollado por la Dra. Miriam Moriconi, el Licenciado Guillermo Ferragutti y el historiador Pablo Suárez pretende acercar estos documentos de forma directa  a los interesados en el pasado de la ciudad. La selección de materiales permite conocer el proceso por el cual la primera asignación de tierras y su subdivisión se convierte en un pequeño caserío que fue creciendo hasta convertirse en un pueblo.

La documentación más antigua hace referencia a las tierras sobre las que hoy pisamos. Se trata de una Merced de Tierra (una especie de título de propiedad) que recibió Luis Romero de Pineda en 1689. También están las actas del cabildo de la ciudad de Santa Fe que se refieren a la población que está migrando hacia el sur. Y otras donde se nombra al alcalde Francisco de Frías para el Pago de los Arroyos y este pregunta cuál es la jurisdicción que se le está otorgando.

Además, mapas que aparecieron en la Biblioteca Nacional de Francia, donde está nombrado el Pago de los Arroyos es decir que ya formaba parte de la cartografía internacional. Y algunos planos de distribución de la propiedad de la tierra a finales del siglo XVIII. Entre los textos se destaca uno de Calixto Lassaga propuesto en 1925 para argumentar que debía conmemorarse el bicentenario de la ciudad. https://www.instagram.com/p/DOyEK6fEUan/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=1012&rd=https%3A%2F%2Funr.edu.ar&rp=%2Flos-origenes-de-rosario-un-camino-documental%2F#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A1258%2C%22ls%22%3A776.6000000005588%2C%22le%22%3A1169%7D

Cada documento histórico viene acompañado de un breve encuadre y de una bibliografía mínima para orientar a quienes deseen seguir el hilo de cada una de las temáticas específicas para contribuir al mejor conocimiento de un período que ganó terreno en el interés público a partir de la celebración de los 300 años de la ciudad.

A diferencia de las ciudades coloniales, Rosario no fue fundada. “Recibe el título de ciudad en 1854, lo que no quita que tenga una rica historia con hechos importantes en la década de 1720”, afirma Barriera y aclara que facilitar este acceso no implica dejar de recomendar la lectura de las grandes historias de Rosario, sobre todo la de Juan Álvarez que el año pasado volvió a ser publicada por las editoriales de la Municipalidad de Rosario y de la Universidad Nacional de Rosario.

Para los historiadores profesionales la mejor manera de construir un relato ajustado a las evidencias es a partir de documentos que, convertidos en indicios o pruebas contundentes, ofrezcan soporte a sus interpretaciones. La ciencia histórica trabaja con afirmaciones que se someten a discusión permanentemente.

“El pasado cambia porque cambian las interpretaciones”, reflexiona Barriera y explica que la formación de los historiadores implica que tengan cada vez más elementos para interpretar críticamente lo que muchas veces son los mismos documentos. Es decir que sobre la misma base documental se pueden ofrecer distintas interpretaciones, incluso opuestas. 

Esto ocurre porque en una interpretación intervienen muchos factores, no sólo la preparación para leer los documentos, sino también el punto de vista ideológico, político. “La interpretación histórica no es un análisis desapasionado y desentendido de lo que pasa en la sociedad”, resalta el investigador. “Al contrario, está profundamente incidida por lo que estamos viviendo, por las condiciones de producción del conocimiento histórico, por lo tanto su naturaleza es ser polémica”. Y enfatiza: “Es apasionante y provisoria, de manera tal que cada generación aunque no pueda modificar lo que ocurrió, reescribe sus interpretaciones del pasado”.

En este proyecto se aporta información concreta respecto de un período poco transitado de la historia y de esta manera ofrece una puesta en valor de documentos conocidos y no tan conocidos de la ciudad. “Quienes se sienten parte de ella, sabrán apreciar la posibilidad de bucear en una historia profunda donde encontrarán nombres que les son familiares, pero cuya presencia en la toponimia urbana puede no resultarles evidente”, señala Barriera.

Para el Director del ISHIR la comunicación científica y la divulgación histórica, en todos sus niveles, es parte de las responsabilidades de su profesión, es un compromiso con el presente. Considera que colaborar con las instituciones que generan políticas de la historia es un deber. “No ocultamos el orgullo que nos produce participar en una programación cuyo mayor mérito es la habilitación de voces diversas, respetuosas de la ciencia y de los saberes populares, porque este es el verdadero camino para construir una memoria histórica plural y, por eso mismo, más sólida”.

Sobre el actual contexto de trabajo, sostuvo que la quita de subsidios para investigar, asistir a congresos y reuniones puso un freno al normal desarrollo de la actividad científica y ya se están notando las consecuencias negativas. “Posiblemente la foto ahora sea borrosa o mala, pero la foto trágica va a aparecer dentro de unos años porque hay muy pocas posibilidades de que un sistema científico sobreviva si no se invierte en la formación de los futuros científicos”.

No obstante, como siempre ocurre en Argentina en estas situaciones, surge la colaboración de otros directores de departamento y del personal para ayudar a resolver distintas problemáticas. “Esto también es parte de la maravilla de nuestra comunidad, que no solo es resiliente sino fuerte y solidaria para apoyarse en momentos adversos”.

Periodista: Victoria Arrabal/Fotógrafa: Karen Roeschlin

Fuente: Universidad Nacional de Rosario

Related posts

Estudian el impacto de la nueva Planta de Efluentes de Gualeguaychú

Annie Walker: la historia de la astrónoma de la época victoriana

Semana de la Agricultura Urbana en Rosario