El Niño y su relación con el aumento de las precipitaciones

Si bien, El Niño aún no está del todo instalado en la región, nos encontramos ante un invierno con condiciones similares a las que se presentan cuando comienza este fenómeno climático.

«El Niño y La Niña son fenómenos naturales y parte de la variabilidad del sistema climático, es decir que no responden al cambio climático, que está vinculado al aumento de la temperatura, es global y consecuencia de las actividades humanas», explicó la doctora en Ciencias de la Atmosfera, investigadora independiente del Conicet, directora del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático de la Universidad Nacional del Litoral, Gabriela Müller.

Para la especialista, «experimentamos la combinación de la variabilidad natural del clima y el cambio climático». De hecho, refirió que «los eventos extremos son parte de la variabilidad natural del clima, pero el cambio climático los exacerba; y es algo que experimentamos en verano con las olas de calor».

Consultada a Müller por el promedio de precipitaciones en relación a este fenómeno meteorológico, ésta aclaró que, «en esta región, El Niño provoca un aumento en el promedio de lluvias, pero no necesariamente». «El Niño no es el único factor que tiene influencia sobre las lluvias, porque hay otros factores como la atmosfera, que es un sistema caótico que interactúa con el océano y esa interacción es la que hace a la variabilidad», diferenció la investigadora.

Para Müller, «habrá que esperar a determinar cómo evoluciona El Niño porque por ahora es un Niño débil que no provocaría demasiadas consecuencias, pero habrá que monitorear el océano y la atmosfera».

En ese sentido, aclaró: «No hay manera prever lo que pasará, si se puede saber lo que pasó en función de Niños anteriores, cuando hubo un aumento de las precipitaciones, con lo cual, se espera que, en las mismas condiciones, un aumento de las precipitaciones». «Esperamos que, hacia la primavera y el verano, siga evolucionando hacia un Niño moderado, porque todavía tiene características de Niño débil, «analizó.

En la oportunidad, la especialista aclaró que «El Niño no tiene un impacto directo en las temperaturas, excepto por el hecho de que hace que sean más variadas, que es lo que observamos actualmente porque esa variabilidad se acentúa durante los eventos de El Niño». Asimismo, anticipó que se prevé «una primavera con temperaturas normales», y aclaró lo siguiente: «Lo que se espera es en promedio estacional, pero la percepción del ser humano es del día estacional, con lo cual, nos cuesta relacionar lo que nos dice el pronóstico, con lo que percibimos».

Finalmente, Müller reconoció su preocupación «porque no se tomen las medidas necesarias para mitigar las consecuencias» del cambio climático. «Hay que disminuir, de manera drástica, los gases el efecto invernadero, para lo cual, tenemos poco tiempo porque la temperatura media es de 1.1º y no se debería superar el umbral de 1.5 -el que se esperaba para 2050- pero debido a que cada año aumenta la concentración de gases de efecto invernadero en la atmosfera, ese incremento de temperatura se la esperaría para la próxima década», especificó.

«Las nuevas generaciones tienen más consciencia y toman acción, pero no son las que tienen el poder de decisión; somos los adultos los que tenemos la responsabilidad», analizó y bregó por la implementación de «acciones puntuales, que deberían ser drásticas y a nivel global». 

Fuente: El Once

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