El dispositivo de digestión anaeróbica de residuos orgánicos del Comedor Universitario de la Universidad Nacional del Litoral comenzó a funcionar y generará biogás y abono.
Tras varias reparaciones, el biodigestor que se construyó en el Predio UNL-ATE volvió a funcionar. Desde la semana pasada, el dispositivo, que fue diseñado para transformar residuos orgánicos en energía, está recibiendo como «alimento» diario los restos de comida que genera el Comedor Universitario ubicado en el Predio UNL-ATE.
Desde la Unidad de Estudios y Proyectos Especiales (UEPE) se realizó una capacitación a todo el personal que trabaja en dicho comedor, a los fines de que conozcan el funcionamiento del biodigestor y garanticen su adecuada alimentación en forma sostenida.
«Desde hace varios meses venimos trabajando para reactivar el biodigestor y estamos muy contentos de poder iniciar ahora un proyecto de valorización de residuos orgánicos en todo el Predio, que se propone integrar este dispositivo con composteras y huertas comunitarias», explicó Andrea Valsagna, directora de la UEPE. De esta manera, se dará «un paso significativo en el marco del proyecto de Gestión de Residuos que estamos llevando adelante en la UNL, porque vamos a articular estos dispositivos con la experiencia piloto que venimos desarrollando en la FICH con muy buenos resultados en términos de reducción de residuos y definición de procedimientos con un fuerte involucramiento de la comunidad» agregó y anticipó que se espera ampliar las acciones a toda la Ciudad Universitaria.
Cabe recordar que el biodigestor fue construido en 2017 con fondos del Presupuesto Participativo, pero estuvo sin uso durante más de dos años a raíz de la suspensión de actividades por la pandemia. Por ese motivo, fue necesario hacer varias reparaciones para lograr su correcto funcionamiento, en un trabajo conjunto entre la UEPE, la Dirección de Obras y Servicios Centralizados y la Dirección del Predio.
Cómo funciona
Ignacio Schneider, coordinador de la UEPE y experto en gestión de residuos, brindó detalles de este dispositivo: «se trata de una tecnología que permite transformar los residuos orgánicos y generar energía (biogás) así como bioabono. El biodigestor tiene en su interior bacterias anaeróbicas que en su actividad descomponen la materia orgánica, en un proceso denominado digestión anaeróbica, y generan una mezcla de gases rica principalmente en metano, lo que permite aprovecharla para generar energía». En este caso, el Biodigestor alimenta un termotanque para calentar agua para el mate, que está ubicado en el sector de las pérglolas y será habilitado en las próximas semanas.
El equipo fue diseñado por docentes de la FIQ, liderados por Orlando Giampaoli, siguiendo un modelo tipo hindú, que incluye una boca de carga para el ingreso de los residuos y una cámara de digestión de 12.000 litros con un gasómetro que se desplaza en forma axial. Además cuenta con una cámara y una bomba sumergible que permite la recirculación de agua y barros para mejorar la eficiencia del proceso.
Un dato para destacar es que la construcción del biodigestor fue llevada adelante en forma íntegra por personal de la UNL, con la dirección técnica de los ingenieros Giampaoli y Schneider y el trabajo del propio personal del Predio.
Según explicó Schneider, en la primera etapa se alimentará con entre 20 y 40 kilos de residuos orgánicos, y se proyecta que hacia fin de año pueda procesar la totalidad de residuos generados por el comedor. De esta manera, se disminuye la cantidad de basura que se envía al relleno sanitario y los costos de su traslado y disposición final, reduciendo los gases de efecto invernadero (GEI) y al mismo tiempo se genera energía renovable.
Finalmente, corresponde destacar que la inoculación de las bacterias fue posible gracias a la colaboracion de Cervecería Santa Fe, que dispuso un camión con barros para reactivar el proceso.
Desde la UEPE explicaron que se han definido los procedimientos e instructivos internos para que se haga la alimentación diaria del biodigestor y un adecuado mantenimiento del equipo. Además, se están haciendo mediciones para tener indicadores de su funcionamiento y se invita a las cátedras interesadas en sumar sus conocimientos o prácticas estudiantiles en el lugar. Cabe recordar que la experiencia fue presentada en la revista de la Red Latinoamericana de Biodigestores Red BioLac.
Fuente: Universidad Nacional del Litoral