Lavarse las manos es considerado en la actualidad un ritual de higiene básico cuya importancia es fundamental, especialmente en los lugares dedicados al cuidado de la salud, para evitar la transmisión de enfermedades. Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria son un problema que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo y constituye un problema para la seguridad del paciente. Estas se deben a múltiples factores relacionados con los sistemas y procedimientos en la prestación de servicios sanitarios, sin embargo, pueden prevenirse, en muchos casos, con está sencilla práctica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta práctica tan sencilla puede salvar vidas evitando la propagación de infecciones a nivel intrahospitalario. Ya que su incumplimiento representa un problema a escala mundial, este organismo creó un protocolo con directrices para la higiene de manos en la atención sanitaria, buscando mejorar la limpieza y reducir las infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS). A partir de esto, un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), se propuso observar la implementación de este Programa de estrategia multimodal en sus lugares de trabajo. Esta actividad fue realizada en el marco de la cátedra de Cuidados de enfermería al paciente de alto riesgo.
La estrategia multimodal
Las infecciones asociadas a los cuidados de la salud se producen en la atención de profesionales sanitarios en distintos ámbitos médicos con infraestructuras diversas. Estas pueden causar complicaciones en los pacientes al sumar nuevas afecciones que requieran tratamientos o que compliquen la situación inicial, y así ocasionar consecuencias económicas, vinculadas al gasto que significan prácticas médicas que podrían haberse evitado con el ejercicio de protocolos simples de higiene.
La trasmisión cruzada es la forma más habitual de propagación, ya que se caracteriza por el paso de microorganismos de paciente a paciente a través de los profesionales encargados de sus cuidados. Para evitarlo, los profesionales de la salud, pacientes, residentes y familias deben lavarse las manos minuciosamente. Por ello, según la OMS el Programa de estrategia multimodal para la adherencia al lavado de manos es la medida más efectiva y de bajo costo para evitar la propagación de infecciones y microorganismos multirresistentes. Este Programa está conformado por un manual que propone estrategias que consisten en un plan integral de fácil aplicación y evaluación para centros sanitarios de diversos recursos.
Una estrategia multimodal eficaz constituye una serie de componentes que la OMS define a través de herramientas prácticas para su aplicación. Estas implican un cambio en el sistema, en el que se garantice una infraestructura que permita practicar la higiene de manos con acceso continuo a un suministro de agua y al preparado de base alcohólica que se suele utilizar para estos fines. Por otro lado, proporcionar formación con regularidad a todos los profesionales sobre la importancia de ésta práctica basada en el modelo de los cinco momentos: se deben desinfectar las manos antes del contacto con el paciente y de realizar una tarea aséptica, después de la exposición a fluidos corporales, al contacto con el paciente y con su entorno. Además, resalta la importancia de realizar regularmente una evaluación, seguimiento y retro-alimentación de las prácticas de higiene y las infraestructuras recordando la importancia de este procedimiento para llevarlo a cabo de manera adecuada. Estas estrategias deben implementarse en un entorno que aborde la problemática de la seguridad del paciente desde una mirada sensible.
La investigación
Para evaluar qué sucede con la implementación del programa, el grupo de estudiantes de la UADER realizó encuestas con preguntas referidas a los distintos componentes de la estrategia planteada por la OMS en sus lugares de trabajo. El cuestionario se refirió específicamente a la estrategia multimodal. Se plantearon afirmaciones relacionadas a la problemática que debían evaluar a partir de cinco opciones de respuesta para determinar el nivel de aplicación de las herramientas establecidas. Se registraron 807 respuestas que fueron representadas en gráficos.
Solo el 4,5 % afirmó que la institución de trabajo facilitaba el acceso a desinfectantes a base de alcohol, lo que indicaría una falta de accesibilidad a estos productos. Un 61,9% de los estudiantes afirmó poseer acceso a un suministro de agua para lavarse las manos y un 50% contaba con los elementos necesarios como jabones en los lavamanos y un porcentaje un poco menor con toallas descartables. En relación a las capacitaciones, un 34,3% de los trabajadores está de acuerdo con haber recibido capacitaciones sobre la técnica correcta para lavarse las manos, y un 41,8% afirma que cuentan con un presupuesto dedicado específicamente a estas formaciones. Menos de la mitad de los encuestados asevera que existen carteles que indican cómo se deben desinfectar las manos correctamente, siendo este un eje importante de la estrategia.
A partir de la investigación se pudo determinar que existe un cambio en el sistema que le permite a los profesionales poder realizar el lavado de manos con los materiales necesarios. La mayoría de los trabajadores afirmó contar con capacitaciones relacionadas a la problemática, pero manifestó la inexistencia de un mecanismo para corroborar que todos participaran de ellas y la falta de seguimiento, por parte de un equipo especializado, del cumplimiento del lavado de manos. Esto dificulta las evaluaciones sistémicas y la retroalimentación sobre el cumplimiento del protocolo dentro de cada institución. Para que el enfoque multimodal sea realmente efectivo y cumpla con sus objetivos es fundamental que se trabaje sobre los cinco componentes.