Este nuevo método permitiría fijar con exactitud el lugar de origen de las arritmias ventriculares, lo que mejoraría la eficacia de una de las técnicas terapéuticas más frecuentes, basada en la introducción de catéteres emisores de radiofrecuencia para contrarrestar la alteración del ritmo cardíaco.
Mediante nuevas técnicas de inteligencia artificial, como las de aprendizaje automático, será posible determinar con precisión dónde se desencadenan algunas arritmias cardíacas. Ese es el objetivo de una investigación liderada por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (UPF), publicada recientemente en la revista Frontiers in Cardiovascular Medicine.
Fijar el lugar de origen de estas arritmias permitirá aumentar la eficacia de uno de los procedimientos más habituales para tratarlas: la ablación por radiofrecuencia, que esencialmente consiste en la introducción de un catéter en uno de los ventrículos del corazón, con la que se emite la radiofrecuencia necesaria para eliminar la alteración del ritmo cardíaco.
La OTVA es la manifestación más común de las denominadas arritmias ventricular idiopáticas, aquellas que se producen por causas que no se pueden identificar a través de los métodos convencionales o en pacientes sin cardiopatías estructurales, por lo que es más difícil precisar sus motivos.
La investigación realizada ha demostrado la eficacia de este método en arritmias ventriculares originadas tanto en el ventrículo derecho como en el izquierdo, a partir de un estudio que ha combinado el análisis de 2.496 casos simulados con el de pacientes reales.
De este segundo grupo, se ha examinado el caso de 114 pacientes del Hospital Teknon en Barcelona y 31 del Hospital Clínic de Barcelona y otros 334 correspondientes a un estudio realizado en China (Zheng et al.).
“La metodología utilizada hace que el sistema sea robusto y garantiza interpretabilidad para cualquier análisis posterior, por ejemplo, la identificación del sitio de origen específico de la arritmia”, asegura Álvaro J. Bocanegra-Pérez, investigador del grupo Physense de la UPF.
“Este acercamiento multimodal e interpretable es clave para el trabajo entre médicos e ingenieros, ya que permite realizar aportaciones a la metodología de ambas partes”, añade. Actualmente, más allá de la medicación para corregir las alteraciones del ritmo cardíaco, el tratamiento más frecuente de la arritmia OTVA es la ablación por radiofrecuencia.
Esto permitirá precisar el lugar de origen de las arritmias en cada caso particular, reducir el margen de error respecto a las inspecciones visuales, además de facilitar la interpretación de los resultados.
Más allá de esta investigación, habrá que seguir trabajando en esta línea de investigación, analizando datos de un mayor número de pacientes para articular un sistema más robusto con potencial para generalizarse a la práctica clínica.
Fuente: Agencia Sinc