La Red de Investigación Acción de las Américas (ARNA) es una organización profesional que busca proporcionar un espacio donde practicantes y estudiantes puedan compartir ideas y fortalecer la acción e investigación participativa en las diversas comunidades. Se propone impulsar estrategias para la participación del conocimiento con el fin de cerrar las brechas entre la investigación, las políticas y la práctica en dominios sociales cruciales. Bajo esta consigna, el equipo de investigación coordinado por las docentes de Universidad Nacional de Entre Ríos, María Clara Melchiori, Paula Rossi, María Belén Parodi, junto a las docentes de la Escuela Técnica, Carina Treise y Jesús María Barrios, presentó su propuesta.
La Acción de Extensión Universitaria con perspectiva de Derechos Humanos 2023 se desarrolló desde la cátedra Problemática Nutricional de la carrera Licenciatura en Nutrición y tuvo lugar en Gualeguaychú.
La idea tiene sus raíces en el año 2018, cuando el municipio de Gualeguaychú decidió prohibir el glifosato y regular más fuertemente los agrotóxicos. Además, implementó el Plan de Alimentación Sana, Segura y Soberana (PASSS), destinado a promover la producción de alimentos de forma agroecológica, al apoyo a los pequeños productores locales de alimentos y a crear estrategias de comercialización en ferias de plazas públicas y mercados. Además, la creación de un bioparque destinado a la producción de tierra adecuada para abono, plantines de hortalizas y bioinsumos para proveer a huertas comunitarias ubicadas en el mismo predio, permitieron desarrollar la propuesta.
La investigación-acción participativa basada en la comunidad tuvo como principales intervinientes a jóvenes estudiantes del nivel secundario técnico con orientación en gastronomía y a estudiantes de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Bromatología.
Para llevar adelante la iniciativa, los y las estudiantes visitaron las ferias semanales de comercialización de la producción verde local. Allí, a partir de diálogos espontáneos con productores/comercializadores y consumidores de estos alimentos, pudieron conocer el precio de comercialización de las hortalizas, las características de cultivo, la incidencia del cambio climático en la producción y cómo sortean dificultades las y los productores. Asimismo, las características de los consumidores habituales que llegan a las ferias, qué y cuánto compran, usos y decisiones de elección.
En diálogo con Uner Medios, Mercedes Melchiori, estudiante de la Licenciatura en Nutrición de la UNER, reflexiona: “El Proyecto me permitió entender la importancia de la transformación del sistema alimentario actual a uno libre de desperdicio, sostenible, conservativo de los recursos naturales, que respete la biodiversidad y sobre todo que mantenga la salud de los ecosistemas a largo plazo, protegiendo el medio ambiente y la salud de todos”.
El trabajo en el Bioparque
La investigación sobre la producción de plantines y de huertas comunitarias en el Bioparque se realizó con fuentes primarias, es decir, por medio de entrevistas a las y los trabajadores de la tierra, en su mayoría hombres que provienen de familias que se dedican hace tiempo a la producción. A partir de la experiencia conocieron su rol en las tareas de producción y el destino de los alimentos que obtenían, varios de ellos para comedores comunitarios.
Asimismo, pudieron conocer las características de las y los consumidores: mujeres mayores que aprecian los atributos organolépticos de las hortalizas. También jóvenes padres y madres que buscan alimentar saludablemente a sus hijos/as y valoran especialmente la producción agroecológica y el cuidado del ambiente.
Apoyar la producción local
El trabajo de los productores se sostiene mediante el apoyo de su propia comunidad, de hecho, es una de las principales razones por las que sus consumidores se mantienen en el tiempo. En ese sentido, estudiantes que formaron parte de la acción comunitaria remarcan ese valor, Melchiori hace hincapié en “consumir alimentos de temporada e involucrarnos en campañas e iniciativas locales de agricultura urbana o comunitaria”. Mientras que Franco Bonsi, también proveniente de la Facultad de Bromatología, rememora una experiencia propia y abre el abanico a diversas formas de colaborar: “los productores no sabían cómo promocionar el kale -vegetal de hoja verde-, por eso les propuse hacer chips y licuados por sus vitaminas y minerales. Este tipo de intercambios nos beneficia a todos”.
Provocar para la acción y la transformación
Durante el proyecto, las y los estudiantes además elaboraron comidas con verduras agroecológicas, para valorarlas y socializarlas con sus familias y allegados. También realizaron una feria de sopas, en la que colores, sabores y texturas se diferenciaban en cada preparación.
Fuente: Medios UNER