Verano en el litoral 

Por Andrés Wursten

El verano coincide con el período de fiestas y vacaciones. En la región litoral también trae mosquitos. Ideas del Litoral consultó a especialistas sobre algunas de las problemáticas de la estación, las prevenciones y cuidados a tener en cuenta. 

Sol

Al hablar de verano es imprescindible hacer mención a la exposición solar. Esta nos trae muchos beneficios: pasar tiempo al aire libre, estar físicamente activo, ayuda a la absorción de vitamina D, contribuye a reducir el estrés, etcétera. Pero tiene sus riesgos, por ejemplo: puede producir cáncer de piel. Guillermina Garello, médica dermatóloga de la Agencia de Control del Cáncer de Santa Fe, explica que «el principal factor que produce alteraciones celulares es la radiación ultravioleta proveniente tanto del sol como de fuentes artificiales«.

La protección solar debe ser durante todo el año (en invierno y verano, en días de sol y días nublados). No obstante, en esta temporada en la que los días son más largos, se percibe un calor extremo y coincide con las vacaciones de muchas personas, es necesario extremar los cuidados. Garello indica una serie de medidas a tener en cuenta para reducir el riesgo de cáncer de piel:

– Evitar la exposición solar directa entre las 10 y las 16 hs.

– Utilizar un factor de protector solar no menor a 30 (renovarlo cada dos horas si se transpira o moja la piel).

– Protegerse con gorros y anteojos de sol.

– Llevar ropa clara y de manga larga.

– Los menores de 1 año no deben estar expuestos al sol. A partir de los seis meses se puede utilizar pantallas solares.

– Hacer consultas y controles periódicos con especialistas en dermatología. 

Alimentación

Las épocas de calor en nuestro país coinciden con las festividades, despedidas de año y vacaciones. En general, las personas se relajan un poco más, modifican su rutina e intentan celebrar. La comida es central en las reuniones sociales y, en ocasiones, atentan contra hábitos alimenticios saludables.

El nutricionista Franco Alul, docente en UNER y UADER, imparte un poco de tranquilidad en su postura: «las festividades son momentos para celebrar. De 365 días que tiene el año, que tengamos 10 que se salgan del cuidado en la alimentación. ¡No es para tanto! Sobre todo teniendo en cuenta que es una sola comida«. Aunque, advierte, hay que tener cuidado con los excesos y evitar dilatar los descuidos alimentarios en el tiempo. Es decir, que las fiestas se prolonguen por varios días.  

El calor, también, nos invita a consumir un poco más de frutas y vegetales que son muy buenos y que, en general, incorporamos poco a nuestra dieta. Estos alimentos aportan fibras, micronutrientes y agua. Alul recomienda como una de las medidas más sencillas para garantizar un buen aporte de estos alimentos “incluir al menos uno en todas las comidas. Vegetales en el almuerzo y cena, frutas en el desayuno y merienda”.

Agua

Para un correcto funcionamiento del cuerpo necesitamos agua. En verano perdemos muchos líquidos y tenemos que reponerlos. En este sentido, lo recomendable es beber al menos dos litros de agua potable. Además, el agua ayuda a regular la alimentación. «Los líquidos ocupan volumen. Entonces, si acompañamos la comida con líquidos tenemos menos espacio para los alimentos. Es ideal que haya, al menos, dos vasos de agua por comida. De esa forma garantizamos un aporte básico de líquidos y, al mismo tiempo, nos ayuda a sentirnos más saciados«, explica Alul.

Hay una creencia generalizada que solo el agua hidrata. Pero se puede obtener líquidos de varias fuentes. Aunque lo principal es el agua potable, adicionalmente se puede adquirir a partir del consumo de frutas y verduras. Las infusiones –como el mate– también cuentan. En cuanto a jugos o gaseosas, «hay que tener cuidado, no porque no hidraten sino porque vienen con muchos elementos que no son interesantes para nuestra alimentación como azúcar, sodio, edulcorante» concluye el entrevistado.

Mosquitos

La epidemia de dengue en todo el país en la temporada pasada trajo mucha preocupación y acciones de prevención para evitar una nueva oleada de la enfermedad. “El dengue es una enfermedad viral y dinámica. Es fundamentalmente transmitida por la picadura de un tipo de mosquito, que así como produce dengue puede transmitir otras enfermedades. Entre las más conocidas están: chikungunya, zika, mayaro y fiebre amarilla”, explica la doctora Analía Chumpitaz, Directora de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud de Santa Fe y docente en UNR

Los síntomas de la enfermedad son: fiebre; dolores musculares, articulares y detrás de los ojos; manchas en la piel; diarrea. La temporada pasada se triplicaron los casos de dengue en toda la región. Una situación bastante crítica. Chumpitaz, enfatiza en la importancia de entender esta enfermedad como un problema de los modos de vida urbanos y prevenirlo desde el  descacharrado “el vector, que es el mosquito aedes aegypti, coloca sus huevos en cualquier reservorio que puede llenarse de agua. Puede utilizar una tapita, el bebedero de la mascota, un neumático”.

El descacharrado consiste en tres pasos:

1) Inspeccionar, debemos recorrer nuestra vivienda para controlar que no haya posibles reservorios.

2) Desechar todo lo inservible.

3) Neutralizar, lo que no se pueda desechar lo tapamos (por ejemplo tanques de agua); voltemos los baldes, botellas, etcétera; limpiamos bebederos de mascotas y otros.

Chumpitaz aconseja: “si sospechamos que tenemos dengue ante la fiebre tomar solo paracetamol, consumir mucho líquido y consultar al especialista

El verano está asociado a muchas de nuestras tradiciones, a momentos libres y recreativos. Sin duda es una estación particular en la que debemos prevenir y extremar algunos cuidados.

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