Un equipo del INCAPE, junto con la CNEA y la empresa CONUAR, trabaja en una tecnología innovadora para optimizar la separación de hidrógeno con aplicación industrial. El desarrollo busca dar respuesta a demandas específicas del sector productivo nacional.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, la empresa CONUAR y el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE, CONICET-UNL) trabajan en conjunto en el desarrollo de membranas innovadoras para la separación de hidrógeno. Se trata de un paso clave para aprovechar todo su potencial, ya sea como insumo para usos industriales o como combustible.
El proyecto es coordinado por el Departamento de Fisicoquímica de Materiales de la CNEA, en articulación con los equipos del INCAPE -especializados en el desarrollo de membranas- y la empresa CONUAR.
El desarrollo consiste en una membrana de paladio ubicada sobre soportes porosos de acero inoxidable, con el objetivo de optimizar la eficiencia del proceso y obtener hidrógeno de alta pureza para aplicaciones tecnológicas e industriales. Actualmente, estas membranas se encuentran en fase de ensayo, utilizando un equipo de medición desarrollado por estudiantes del Instituto Balseiro, que permite automatizar procesos y caracterizar el comportamiento de las mismas.
“Desde la CNEA lideramos un proyecto que reunía a todos los laboratorios del país que trabajan con hidrógeno. Entre ellos, identificamos un grupo en Santa Fe que desarrolla, a pequeña escala, membranas capaces de separar hidrógeno. Al mismo tiempo, la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión de la CNEA enfrentaba una necesidad concreta: separar el hidrógeno de los gases radiactivos para optimizar el almacenamiento y reducir las emisiones”, explica Gabriel Meyer, investigador del Laboratorio de Fisicoquímica de Materiales.
Frente a esta demanda, el grupo de la CNEA propuso llevar a una escala mayor las membranas desarrolladas por el INCAPE y adaptarlas a aplicaciones industriales. CONUAR, por su parte, se sumó al proyecto con el objetivo de fortalecer su línea de investigación en tecnologías del hidrógeno y explorar nuevas soluciones industriales.
“Es fundamental contar con la colaboración de distintas instituciones que aporten su experiencia. En nuestro caso, contribuimos con el conocimiento técnico y la capacidad de escalar la producción, mientras que la CNEA y el INCAPE aportan su experiencia en investigación y desarrollo”, destaca Florencia Allevatto, representante del Departamento de I+D de la empresa CONUAR.
Desde el INCAPE, la investigadora Ana Tarditi señala: “Llevamos años trabajando en tecnologías de hidrógeno, en especial en la purificación mediante membranas. Esta colaboración permite transformar ese conocimiento en un producto concreto con potencial de transferencia”.
En la actualidad, las instituciones están trabajando en ensayos de validación. El paso siguiente será instalar las membranas en la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión del Centro Atómico Ezeiza para probar su funcionamiento en condiciones reales y brindar una solución concreta para la separación y almacenamiento de gases. Este avance permitirá replicar la tecnología en otras plantas nacionales y posicionar a la CNEA como referente en el desarrollo de soluciones tecnológicas basadas en hidrógeno. A su vez, generará un producto de alto valor con potencial de exportación.
“Esta tecnología es estratégica, no solo para la CNEA sino también para el país”, subraya Meyer y agrega que despertó mucho interés internacional, ya que es una de las pocas innovaciones en control de emisiones de los últimos veinte años. Este proyecto demuestra el valor de la colaboración entre los sectores científicos y productivos, así como la importancia de aplicar el conocimiento generado a partir de la investigación en soluciones concretas para la industria.
Nota, gentileza CNEA.
Fuente: CONICET SANTA FE