En el tramo medio del Río Paraná se registran unas 350 especies de peces, algunas compartidas con el Río Amazonas.
El biólogo e investigador del INALI (CONICET – UNL) Pablo Scarabotti analizó la situación de las especies que habitan el Río Paraná, uno de los ecosistemas más diversos de Argentina. “Cuando empecé a estudiar y trabajar conocía lo que conoce un pescador promedio. Tenemos la particularidad de que los peces nuestros viven en agua turbia, y no vemos más allá de la superficie del agua las riquezas que hay”, explicó el especialista.
En el tramo medio del Paraná se registran unas 350 especies de peces, algunas compartidas con el Río Amazonas. “El trabajo nuestro es brindar información para lograr un manejo lo menos dañino posible de nuestro ecosistema”, señaló.
Scarabotti advirtió que el principal riesgo para la fauna del río no es la pesca en sí misma, sino la alteración del hábitat. “Los peces probablemente se terminen en la medida que destruyamos su hábitat. En Brasil se instalaron un montón de represas, el régimen de crecientes y bajantes se está alterando por el cambio climático, y eso para muchas especies es mucho más grave que la pesca”, sostuvo.
De todos modos, el investigador remarcó la importancia de cumplir las normas de conservación, ya que la presión pesquera continúa siendo un factor relevante. “Cada pez tiene una talla reglamentaria de pesca y eso a veces no se cumple. Si uno ve un dorado de cualquier talla, hay que devolverlo, por ejemplo”, advirtió.
La advertencia del especialista coincide con los controles que realiza la Guardia Rural Los Pumas en distintos puntos de la provincia. Según datos en lo que va de 2025 se concretaron 773 intervenciones por infracciones relacionadas con la pesca ilegal.
En esos operativos se decomisaron alrededor de 23 mil piezas de diversas especies y 98 redes de pesca, principalmente en los departamentos La Capital, General López y Garay. Entre los ejemplares secuestrados figuran 13.891 sábalos, 2.473 dorados y 906 surubíes, además de nueve manguruyúes, una de las especies que Scarabotti señaló como más afectadas.
El surubí se encuentra actualmente en veda hasta el 31 de diciembre, mientras que otras especies como el moncholo, la boga y la tararira también fueron alcanzadas por los decomisos.
Fuente: AIRE