El proyecto “Farmacia Viva” transformó un sector de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas en un valioso laboratorio a cielo abierto con una colección de 53 especies. Su misión es validar científicamente el uso de plantas medicinales, capacitar a los futuros farmacéuticos de la ciudad y recuperar valiosos conocimientos ancestrales en colaboración directa con huerteros rosarinos.
En un espacio vital, ubicado estratégicamente detrás del edificio de Suipacha 570, la Universidad Nacional de Rosario dio forma a uno de sus emprendimientos de extensión más destacados. Liderado por el área de Biología Vegetal de la Facultad, este jardín, más que ornamental, funciona como un centro de cultivo especializado, investigación rigurosa y docencia activa.
La finalidad principal del proyecto es clara y de gran impacto social: estudiar de manera profunda y promover activamente el uso seguro de diversas especies vegetales medicinales, tanto dentro de los programas educativos universitarios como en el ámbito comunitario de la ciudad.
Actualmente, el jardín botánico alberga una colección dinámica de unas 53 especies en cultivo. La diversidad es notable, incluyendo la aromática lavanda, el popular romero, la caléndula, la melisa y la cúrcuma, además de la valeriana y el diente de león. Esta colección refleja la amplia gama de usos y saberes de la medicina natural.
La necesidad de esta iniciativa surge de una realidad innegable a nivel global. Los datos de la Organización Mundial de la Salud indican que más del 80% de la población mundial recurre a diversas formas de medicina tradicional, incluyendo productos derivados de plantas. Es por ello que la UNR asume la responsabilidad de proveer un sólido respaldo científico a estos consumos.
Las docentes e investigadoras María Laura Martínez, María Victoria Rodríguez y María Noel Campagna, explican con claridad los fundamentos: “Trabajar con una planta medicinal requiere, primero y principal, conocer con absoluta certeza su identidad botánica, sus características y la forma de producción”, detallan.
Este conocimiento es fundamental, ya que múltiples factores como las condiciones exactas de cultivo, cosecha y almacenamiento pueden afectar sustancialmente la composición química del vegetal y, consecuentemente, sus propiedades terapéuticas.
El equipo se enfoca en asegurar la calidad botánica y la calidad química. Las tareas de identificación no son triviales, requiriendo complejos estudios morfoanatómicos e histoanatómicos que validan científicamente la especie. “La idea es darle un respaldo científico a todo eso, porque tenemos que desterrar la creencia de que, por ser plantas, son totalmente inocuas”, enfatizan las especialistas. Es crucial, insisten, que el consumidor y el profesional sepan lo que se está tomando, en qué dosis y bajo qué controles fue producido, garantizando que el material sea no tóxico y plenamente efectivo.
Para los estudiantes, la Farmacia Viva representa un reencuentro con el origen de su carrera. El objetivo es que los alumnos “vuelvan a la fuente”, es decir, a la planta como materia prima de la inmensa mayoría de los medicamentos. Este contacto práctico responde, en gran medida, a una demanda manifiesta de los propios estudiantes que, en las cursadas, no podían identificar especies básicas.
Desde el año 2019, el proyecto cimentó lazos comunitarios fuertes, en particular con el Centro Agroecológico de Rosario y con diversos huerteros locales. Esta colaboración, apoyada por financiamiento de Extensión de la UNR, permite un valioso intercambio de saberes con personas que preservan conocimientos ancestrales, especialmente aquellos provenientes de culturas del norte argentino y países limítrofes.
Este trabajo mancomunado se tradujo en la edición de “Santo remedio: guía para el reconocimiento y uso de plantas medicinales” (UNR Editora, 2023), un catálogo didáctico y accesible para el público general, con una segunda parte publicada este año.
El proyecto continúa evolucionando y buscando la integración urbana. Las docentes están en conversaciones avanzadas con el área de Parques y Paseos de la Municipalidad de Rosario para concretar un interesante intercambio: alumnos de jardinería del nivel secundario colaborarán activamente en el mantenimiento del espacio, mientras que la UNR les brindará capacitación específica sobre plantas medicinales y sus usos.
Con apoyo de la Facultad, se instaló un sistema de riego por goteo y mobiliario para promover el sitio como un espacio de encuentro y recreación. Las responsables confían en que este embellecimiento aumente su valor y fomente su cuidado colectivo.
El objetivo final es que la Farmacia Viva funcione como un modelo replicable y un polo interdisciplinario, abierto a la colaboración con carreras como Medicina, Agronomía y Licenciatura en Alimentos, reafirmando el compromiso de la Universidad Pública con la investigación aplicada y la salud comunitaria de Rosario.
Periodista: Victoria Arrabal/Fotos: Cátedra Biología Vegetal
Fuente: UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO