La UNR está construyendo un Archivo Documental del Movimiento Estudiantil con el objetivo de preservar su historia y constituirse en fuente de trabajos académicos y periodísticos.
A 106 años de la Reforma Universitaria, cada 15 de junio vuelven a resonar las palabras de Deodoro Roca, redactor del Manifiesto Liminar: “En las Universidades está el secreto de las grandes transformaciones. Ir a nuestras Universidades a vivir, no a pasar por ellas.” Desde ese momento, con interrupciones durante los golpes militares, los estudiantes organizados forman parte del cogobierno de la Universidad. Por lo tanto, “reconstruir su historia, es también reconstruir la historia de la Universidad”, afirma el director del Archivo y Profesor de Historia de la UNR, Alex Ratto.
Este espacio de salvaguarda, que no existía, comenzó a gestarse hace dos años y forma parte de los proyectos del Instituto de la Reforma que depende de Vicerectorado. Para el docente, todos los militantes estudiantiles, con sus diferencias políticas, están buscando mejorar la Universidad y con ese objetivo generan dinamismo en la institución y motorizan muchos debates. “Desde los comedores, la gratuidad, el ingreso irrestricto, hasta las actuales cuestiones de género y derechos humanos, son temas que hacen a la vida universitaria y generalmente son las organizaciones estudiantiles las que los impulsan”, resalta.
Al investigador le interesa el registro de todas las agrupaciones, incluso la UPAU, un movimiento liberal de los 90, que le resulta interesante porque hoy hay estudiantes libertarios que son consejeros. “Esto nos habla de la libertad de pensamiento en la Universidad, donde conviven estas expresiones políticas junto a otras de ultraizquierda e incluso varias fueron cambiando a lo largo de la historia”.
Por otro lado, la Universidad forma a los que luego se convertirán en dirigentes políticos, institucionales o empresariales. “No es casual que muchos hayan sido militantes estudiantiles porque existe desde muy temprano un interés por resolver problemas”, reflexiona.
El Archivo ya cuenta con más de 2000 materiales físicos de todo tipo: documentos, fotografías, libros de actas de los centros de estudiantes, volantes, votos, remeras, afiches. Se está conformando a través de donaciones de agrupaciones políticas y personas que tuvieron alguna trayectoria militante en la Universidad. Para ello existen dos tipos de convenios, uno permanente cuando entregan en custodia sus pertenencias, y otro transitorio cuando prestan el material para que se realice una copia digital y luego es devuelto.
“Los académicos y militantes guardan sus recorridos personales, a veces no de la mejor manera o en lugares inadecuados, cerca del piso”, cuenta Ratto y lamenta que durante la pandemia varios aprovecharon los momentos de encierro para hacer limpieza en su casa y tiraron muchos documentos.
Con respecto a las fotos, hay de tomas, de campamentos, “de gente muy joven con ganas de cambiar el mundo”. Muchas ya son de la era digital y no hay tantas de fines de los 80 porque todavía existía temor por la dictadura La digitalización de éstas incluye no sólo la captura física sino también la edición, catalogación e inventario.
Todos estos documentos se preservan en el segundo piso de la Biblioteca del Area Salud, en Córdoba 3160, un espacio particular, sin humedad y con la luz adecuada. Allí están todos los instrumentos de conservación, se realiza la limpieza, restauración y ensobrado de los materiales dentro de las normas internacionales de archivología.
Ese proceso se hace sistemáticamente para que no sea sólo un espacio de custodia sino también de producción de nuevos contenidos. “Los archivos se mantienen vivos cuando hay interesados en hacer algo con eso, una nota, un video, un reel”, destaca el Magister en Patrimonio Histórico y Cultural por la Universidad de Huelva quien trabaja junto a Marta Ceballos y Martín Beccani.
El lugar está abierto al público, cualquier interesado se puede acercar porque es una fuente de consulta, por ejemplo para jóvenes estudiantes que estén haciendo su primera experiencia en investigación o les interese realizar su tesis sobre el movimiento estudiantil en Rosario, para investigadores de diversas disciplinas como historia, ciencia política o para periodistas.
Próximamente el archivo también tendrá un espacio en el Repositorio de la UNR, donde se podrá acceder libremente a todos los documentos digitalizados. Hay algunos que por cuestiones de derecho intelectual no se pueden compartir y sólo son para consulta, pero otros son públicos como votos, volantes, afiches, panfletos.
Todas las voces
Los materiales recolectados van desde el año 1968, cuando se creó la UNR. Sin embargo, también se recopilan antecedentes de cuando dependía de la UNL. De hecho, muchos de los reformistas de 1918 son de la ciudad de Rosario. Por ejemplo, Cortés Plá, los hermanos Bordabehere o Juan Lazarte que es el que lleva la bandera en la foto icónica de la toma de la Universidad de Córdoba.
Ratto destaca que cada período histórico tiene características propias. En los 80, debido al proceso de normalización de la Universidad, hay un perfil muy politizado de los estudiantes dentro del marco del alfonsinismo y la apertura democrática que se diferencian de los planteos de los ‘60 y ‘70. En los ‘90, la etapa neoliberal crea un espacio de resistencia. El 2001 estuvo marcado por la crisis y se ponen en discusión las becas, comedores, boleto gratuito y obra social para estudiantes. Hoy el gran tema pasa por el presupuesto.
Un dato para reflexionar lo aporta un afiche de un Congreso de la Federación Universitaria de Rosario del año 1992 con la imagen de un peso de la época y la leyenda “En Argentina, la educación no tiene peso”. “Hay cuestiones que tienen antecedentes y seguimos discutiendo hoy”, dice el investigador pero a la vez considera que “si la Universidad pudo superar todos esos momentos de dificultad, tanto políticos como económicos, fue porque había un movimiento estudiantil, personas activas interesadas en encontrar una salida.”
Como parte de la construcción de este Archivo, desde el año pasado se está desarrollando el Observatorio de elecciones estudiantiles para registrar quiénes se presentan y cuáles son los resultados en cada una de las Facultades.
Asimismo continúa el proyecto de extensión “FURia democrática. Historia y memoria de la Federación Universitaria de Rosario” impulsado en 2018 por el actual decano de la Facultad de Humanidades y Artes y miembro del Instituto de la Reforma, Alejandro Vila. Este concluirá con la publicación de un libro a fines de este año que abarca desde los inicios de la Federación hasta el año ‘95, cuando se gestó la ley de educación superior, con entrevistas a sus protagonistas y miradas de distintos especialistas en el tema. Colaboran en este proyecto Fernando Correa, Eduardo Taleti y Nicolás Caravaca.
Teniendo en cuenta esta experiencia previa, también se están haciendo entrevistas a dirigentes fundadores o que tuvieron un rol destacado en los inicios de las agrupaciones, para conformar un registro audiovisual de esa historia, con todas las voces.
Periodista: Victoria Arrabal/Fotos: Archivo Documental del Movimiento Estudiantil
Fuente: Universidad Nacional de Rosario