Un museo de la UNL que recupera y preserva la historia de la Universidad Nacional del Litoral. Con muestras itinerantes, abre sus puertas para visitar y recorrer instituciones de la provincia de Santa Fe.
Somos historia, el pasado construye el presente y repercutirá en el futuro. Aquellos sucesos plasmados en documentos y objetos de antaño son preservados para que puedan ser visitados por otros, para hacerse parte de la identidad de esos nuevos habitantes.
El Museo Histórico Marta Samatan de la Secretaría de Extensión Social y Cultural de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) abrió en el año 2008 en la ciudad de Santa Fe. Allí se encuentran documentos de la historia de la universidad, sus Facultades y escuelas, la radio, el instituto de cinematografía y de algunos de los sucesos que fueron fundamentales para la institución. Se organiza bajo los lineamientos de la nueva museología: su espacio no solo está abierto para ser visitado, sino que propone actividades para salir al encuentro con la sociedad. Actualmente, el museo trabaja con infografías que se transforman en exposiciones itinerantes y recorren toda la provincia, facultades o unidades académicas nacionales. En diálogo con Ideas del Litoral, la actual directora Stella Maris Scarciofolo, nos cuenta su historia.
Durante su trabajo en el área de extensión de la UNL Scarciofolo vislumbró la importancia de recuperar la historia de la institución y almacenarla en un espacio que estuviera abierto a todos. Así surgió la idea de crear el museo. Para ello rastrearon los acervos fundacionales que estudiantes, docentes y no docentes, que habían pertenecido a la institución, y guardaron con la intención de preservar. En un principio estos archivos fueron prestados para ser duplicados pero luego terminaron siendo donados al museo.
“En el año 1927 esta universidad creó el Instituto Social que hacia una fuerte actividad de extensión universitaria dividida en 3 partes. Por un lado se dictaban diversos cursos, llegó a haber 115 en un año, algunos eran destinados al perfeccionamiento de obreros. Por otro lado, desde la sección de extensión universitaria se realizaban actos culturales, conferencias y conciertos. Por último estaba el museo social, este no era un museo como tal, era el lugar de investigación de las problemáticas de la región que después eran abordadas en las unidades académicas en busca de soluciones. Todo ese material se encuentra actualmente acá en distintas colecciones.” De este modo, se fue formando un espacio que recuperaba características de la extensión, donde lo principal es mostrarse abierto a todos, creando un vínculo directo entre la comunidad y la institución.
El museo
Antes de ser el edificio en el que se exponen las colecciones y se resguardan los archivos históricos, el lugar era una gran biblioteca perteneciente a la sociedad cosmopolita. Se inauguró en el 1913 y en 1967 fue donado a la UNL y se estableció extensión universitaria. Scarciofolo afirma que por ello ese edificio tiene una relación constante con el vecindario, la comunidad y la universidad con la que se encuentra fuertemente vinculada.
En cada carrera de la UNL hay una asignatura electiva llamada Conociendo la Historia de la Universidad a Través de las Colecciones del Museo Histórico, que invita a los estudiantes a interactuar con el objeto museal y de este modo reconocer la historia de la institución en la que se están formando. Como trabajo final deben hacer una propuesta para los visitantes, que debe ser atractiva para diversas edades y estar relacionada con los conocimientos adquiridos en su carrera. Algunos de estos estudiantes luego pasan a formar parte del equipo del museo, conformado por especialistas en diferentes áreas.
El museo trabaja fuertemente en tres áreas: por un lado, diseña colecciones que se exponen en su edificio y recorren otros espacios, por el otro recupera y restaura archivos y documentos históricos y, por último, realiza actividades con instituciones externas. Las colecciones que allí se resguardan son diversas, algunas tienen relación con las manifestaciones artísticas presentes en distintas épocas, como piezas de grabados, producciones de escritores y archivos de programas de radio de la universidad. También se encuentran las producciones del Instituto de Cinematografía, reconocido mundialmente, que funcionó durante 20 años. Sus filmaciones se producían en la calle, no dentro de un estudio, mostrando lo que sentían las personas de la región, sus problemáticas y su realidad. Todas estas colecciones fueron pensadas para itinerar, al mismo tiempo se encuentran en el museo virtual.
Su sitio web creció fuertemente durante el 2020, con la pandemia se concentraron en realizar exposiciones virtuales con los contenidos más visitados. La directora afirma que “lo importante es la relación del visitante con la colección, nosotros simplemente somos sus custodios”, por ello estas son pensadas y estructuradas de modo que generen “un diálogo con el visitante, diálogo que de alguna manera tiene que reavivar alguna problemática, generándole algo al que visita”. Por ello el recorrido no es acompañado por guías, sino por intérpretes formados para poder reconocer los intereses de los visitantes creando un recorrido flexible que se adapte a cada grupo.
Sus objetivos
El museo cuenta con una colección de archivos que pueden consultar los investigadores, estos documentos son restaurados por equipo en una lucha constante contra el tiempo. Los moviliza la idea de que el patrimonio tiene que estar disponible para ser usado y tocado por todos, siempre respetando y preservando el diseño original. Así, cada uno es envainado con un papel especial que lo protege de la luz, la humedad y el fuego.
Por otro lado, se realizan proyectos con diversas instituciones como la cárcel y la escuela nacional a la que actualmente concurren chicos de barrios humildes atravesados por fuertes problemáticas sociales. Recientemente, realizaron actividades donde les enseñaron, a los estudiantes de la escuela, a escanear y limpiar documentos y fotos para preservarlos. A través de este acercamiento también se intenta hacer énfasis en el echo de que la universidad se encuentra abierta para todos.
En cada nuevo espacio retoman tres temas centrales: cultura, patrimonio e identidad. A través de estos conceptos trabajan la identidad grupal y la relación con lo que los rodea. Al mismo tiempo, intentan preservar y restaurar parte de la historia. Su objetivo es que esos documentos, libros y objetos estén disponibles para ser visitados, valorados y resignificados como propios por los visitantes.