Las políticas actuales en el campo de la educación y las ciencias golpean fuertemente a las universidades, instituciones que contribuyen al desarrollo regional.
Actualmente las universidades argentinas atraviesan una crisis económica que hace peligrar la continuidad de su funcionamiento. Diversas son las políticas que han llevado a esta situación: la degradación de los ministerios de Educación, y de Ciencia, Tecnología e Innovación; la falta de actualización presupuestaria y del salario del personal respecto de la inflación; el cese de programas, incentivos y nuevos contratos, entre otras.
Desde Ideas del Litoral dialogamos con Sebastián Pérez, decano de la Facultad de Ciencias Económicas (FCEco) de la Universidad Nacional de Entre Ríos, para conocer la actualidad presupuestaria de la universidad.
Ahogo presupuestario
El principal problema es que las universidades están funcionando en 2024 con el mismo presupuesto que en 2023. La ecuación es sencilla: si todo subió -como mínimo- el doble del precio, el funcionamiento universitario puede asegurarse hasta mitad de año como se ha especulado desde el sector. Pérez aporta un ejemplo concreto: “la factura de luz de enero y febrero del 2023 en nuestra Facultad es de $420.000, la misma factura este año es de $1.700.000”, pero tenemos asignado el mismo presupuesto para ambos períodos.
Una situación similar sucede con el salario del personal universitario, que desde noviembre del 2023 no se ha modificado sustancialmente. “Los salarios se están atrasando, como todo el contexto nacional. La inflación ha sido muy alta en los últimos meses con respecto a las partidas de incremento salarial. Hasta el año pasado hubo paritarias. Actualmente no ha habido paritarias, hay incrementos salariales discrecionales por parte del gobierno muy por debajo de la inflación.”
Asimismo, si bien no hubo despidos o cese de contratos como en otras dependencias estatales, tampoco hay nuevas contrataciones. Lo cual imposibilita el crecimiento de las universidades que ante la apertura de nuevas carreras, incremento de estudiantes y otras actividades que puedan desarrollarse, se cuenta con el mismo personal.
El rol universitario en la sociedad
Las universidades son unas de las instituciones más antiguas que perduran en nuestros días. A lo largo de los años se han relacionado con los distintos sectores de la población contribuyendo al desarrollo cultural y económico. A través de sus tres funciones sustantivas (docencia, investigación y extensión) aportan a la formación de la ciudadanía, al desarrollo de los conocimientos, y al crecimiento personal y colectivo de la comunidad.
De acuerdo con la última Síntesis de Información Estadísticas Universitarias 2021-2022, Argentina cuenta con 61 universidades nacionales, repartidas en las diferentes provincias y regiones. Y cuentan con una matrícula total de más de 2.5 millones de estudiantes. En nuestra región se encuentran: Universidad Nacional de Rosario, Universidad Nacional de Santa Fe, Universidad Nacional de Rafaela, Universidad Nacional de Entre Ríos, Universidad Tecnológica Nacional -con distintas sedes en las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.
Pero esto no son sólo números. Las universidades, con sus estudiantes, graduados, docentes, personal administrativo y de gestión, está presente de diferentes maneras en la esfera social y productiva de nuestras localidades. Son instituciones que realizan actividades culturales, aportan a la formación de diversos grupos sociales, generan desarrollos productivos para la industria, crean saberes en los diversos campos de conocimientos y trabajan en conjunto con organismos estatales, empresas privadas y organizaciones comunitarias.
El reconocimiento social de la universidad
De acuerdo con Pérez, en toda encuesta que se realiza a nivel país, “las universidad pública es una de las pocas instituciones que mantienen relevancia y seriedad para la sociedad. Por lo que aporta, por lo que genera, por el desarrollo que allí se logra, por los cinco premios nobeles que tiene nuestro país”. De hecho, la encuesta de percepción pública de la ciencia en sus diferentes ediciones da cuenta del apoyo y prestigio de la actividad universitaria y su comunidad.
La universidad es parte de nuestra historia e identidad, en su devenir ha sido parte fundamental de la consolidación del sistema democrático, el desarrollo cultural y económico del país. Es una institución reconocida y de referencia a nivel mundial por la calidad educativa, los aportes al conocimiento en distintas disciplinas, y su participación en la vida social y productiva.
Todos los aportes y reconocimientos se han obtenido con inversión en infraestructura y personal. Como parte de un plan para la educación y las ciencias, y las universidades en particular. Una planificación e inversión estatal para la retribución al crecimiento del país y para el bienestar general de la población.