Norberto Gariglio, integrante del Campo Experimental de Cultivos Intensivos y Forestales de la Universidad Nacional del Litoral, destaca los beneficios de una vieja tradición, que permite a familias tener frutas frescas y derivados durante el año.
El CECIF es un campo experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral, que está ubicado 6 km al norte de la ciudad de Esperanza, a la vera de Ruta Provincial 6. Funciona en un predio de Vialidad Provincial, a través de un convenio que data de 1999 aproximadamente. Allí se realizan experiencias sobre cultivos intensivos (horticultura, fruticultura, plantas florales y aromáticas), actividades prácticas con alumnos de Ingeniería Agronómica y de la Especialidad y Maestría en Cultivos Intensivos, tareas de investigación y extensión, visitas guiadas y jornadas abiertas, entre otras acciones.
El ex decano de la FCA, docente, investigador e integrante del CECIF, Dr. Norberto Gariglio, nos introduce en el atractivo tema de los árboles frutales (un mundo repleto de colores, aromas y sabores) brindando consejos, sugerencias y precisiones para quienes pretendan incursionar en la actividad.
El patio de los abuelos
“La plantación de árboles frutales es una tradición que se mantiene, pero se ha perdido mucho. Cambiaron los hábitos de vida en la ciudad. No hay tanto espacio. Pero teniendo un pequeño lugar, patio, predio o campo, es importante recuperar esta práctica. Son cultivos nobles de mucha duración. En muchas casas se pueden ver cítricos de más de 50 años que sin mucho cuidado han sobrevivido. Pero también se pueden cultivar con éxito durazneros, ciruelos, higueras, uvas americanas, nísperos, nueces de pecán, manzanos, frambuesos, zarzamoras, así como especies subtropicales como palto y mamón, que se adaptan bien a nuestra zona”.
Control de plagas y enfermedades
“Es una de las cosas que más consulta la gente. Hay frutales que se adaptan a un bajo uso de agroquímicos o a sustancias permitidas para la agricultura orgánica, de nulo impacto ambiental y para la salud humana. En cambio otras especies tienen plagas claves de más difícil control”.
Poda y reciclado de materia orgánica
“La poda es una cuestión artesanal, linda de aprender. Cada cultivo tiene un tipo de poda particular, pero no son técnicas complejas. Tener árboles frutales permite también reciclar desechos orgánicos y utilizarlos como fertilizantes”.
La incidencia del clima
“Hay falsos mitos con respecto a algunos frutos como naranjas y mandarinas . Es cierto que, a diferencia de otras frutas como bananas, peras o manzanas, los cítricos no maduran fuera de la planta. Por eso, para una buena maduración, necesitan permanecer en la planta hasta alcanzar el sabor deseado. El color anaranjado de la corteza es favorecida por temperaturas frías; sin embargo, es un falso mito que se necesitan heladas para alcanzar un buen sabor. Lo que en realidad mejora el sabor, es el tiempo transcurrido de madurez en la planta mientras se espera la helada”.
Cosecha escalonada
“Con una debida planificación, podemos contar con frutas todo el año en nuestro patio o terreno, al alcance de la mano. Porque hay, por ejemplo, diferentes variedades de cítricos que maduran desde marzo a septiembre. A veces esa diferenciación de cultivares en los viveros que proveen las plantas no está tan claro. En cambio, las frutas de carozo tienen un período de cosecha mucho más acotado y se necesitan de muchas variedades para disponer de un período de cosecha prolongado”.
El consumo de frutas, las modas y los mercados
“Ahora están en auge las nueces de pecán. Es parte de la búsqueda de alternativas comerciales. En su momento fue el arándano, que en los años noventa se implantó en muchas hectáreas en diferentes regiones del país. La promoción de la nuez de pecán es mucho más racional de lo que fue para el arándano, donde las condiciones ecológicas, de suelo y clima de las regiones donde se lo propició no eran siempre las más favorables. Eso no está pasando con la nuez de pecán, que está resultando un buen negocio para muchos emprendedores”.
Los productos derivados
“Tener árboles frutales nos permite, además del consumo de los productos frescos, la alternativa de procesarlos como mermeladas, dulces, deshidratados y congelados. El fermentado es otra alternativa, produciendo vinagres de mucha calidad. Hay prototipos de secadores que se pueden armar de forma casera, con madera y plástico de modo de aprovechar la energía solar”.
Una buena terapia
“Para mucha gente el cuidado de los árboles frutales es una terapia. Funciona para todas las edades. Hay personas apasionadas que logran disfrutar mucho de lo que hacen. No se necesita demasiado espacio. En diez metros cuadrados se puede tener una buena variedad de frutales”.
Facultad de puertas abiertas
“Las personas interesadas en conocer más detalles sobre la plantación de árboles frutales, que deseen recibir información o asistir a charlas y visitas guiadas en el campo experimental, pueden comunicarse a las distintas vías de contacto de la Facultad de Ciencias Agrarias para obtener respuesta a sus inquietudes”.
Fuente: Universidad Nacional del Litoral