Una de cada ocho mujeres padece cáncer de mama pero si se detecta a tiempo, el 95% puede curarse.
El cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica de la mujer. Una de cada 8 mujeres lo contraen pero existen formas efectivas de detectarlo y tratarlo a tiempo y en estos casos, el 95% puede curarse. Por esta razón es tan importante visibilizar y concientizar sobre este problema de salud y cada 19 de octubre, por iniciativa de la Organización Mundial de Salud, es el día mundial de lucha contra esta enfermedad.
La Dra. Mariela Cabral, Jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Centenario, que recibe 300 consultas semanales, afirma que el control mamario comienza desde las primeras consultas ginecológicas junto con el papanicolaou y es el profesional el que debe ir asesorando a las pacientes sobre los riesgos.
La docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR recomienda el autoexamen para que la mujer conozca sus mamas en estado saludable y pueda detectar cambios en ellas. Tocarlas, mirarlas con atención y fijarse si hay alteraciones en la forma y el tamaño, la aparición de bultos o durezas. En el pezón, cambios en la forma o posición, o salida de sangre y en la piel, si se observan hendiduras, arrugas, enrojecimientos o erosiones. Ante cualquiera de estos cambios, hay que consultar al médico.
Pero además de estos autocontroles, todas las mujeres deben realizarse la mamografía que es el método de screening para el diagnóstico temprano. Es aconsejable hacerlo anualmente a partir de los 40 años o antes si la paciente tiene antecedentes familiares directos (madre, hermana). Según explica la Dra. Cabral este método permite detectar lesiones muy pequeñas, de menos de 5 mm, que no se llegan a palpar. Y destaca que frente a los tumores de menos de 1 cm, existe un alto porcentaje de cura. De ahí la importancia de este descubrimiento precoz.
Dado que no existe una vacuna contra el cáncer de mama, como sí la hay para el cáncer de cuello de útero, “la única prevención es la mamografía y detectarlo tempranamente”. A eso se suman algunas recomendaciones saludables que pueden activar la inmunidad, tales como una alimentación sana y variada con gran aporte de frutas y verduras, mantener un peso adecuado, realizar actividad física y en lo posible eliminar el tabaco y el alcohol.
Riesgos y tratamientos
“El cáncer de mama es un tumor hormono dependiente es decir que las hormonas influyen en su origen y desarrollo y se relacionan con los factores de riesgo”, afirma la docente. Y ejemplifica: las mujeres que a lo largo de su vida estuvieron expuestas por mayor tiempo a estrógenos, que son las hormonas que estimulan el epitelio de la glándula mamaria, van a tener mayor riesgo. Es el caso de aquellas que tuvieron su menstruación a una edad temprana o empezaron su menopausia a una edad tardía, de más de 52 años.
Según explica, hay un grupo muy pequeño de tumores de cáncer de mama (entre un 10 y un 15%) que se presentan en mujeres con antecedentes familiares directos. En estos casos se produce por una herencia de genes alterados que posibilitan el desarrollo de la enfermedad. Pero “la mayoría no tiene antecedentes”, aclara.
Otros factores de riesgo estudiados se relacionan a la alimentación, el alcoholismo y el tabaquismo. En el caso de la obesidad, porque “a partir de la grasa corporal se producen hormonas y eso expone a un riesgo”. Y en cuanto a las fumadoras, “porque el tabaco no sólo es cancerígeno sino que también actúa sobre la inmunidad”.
Frente a la enfermedad, existen varios tratamientos que van a depender de la edad de la paciente, del tamaño del tumor y de las características que observe el patólogo. Estas constituyen los marcadores específicos que a los médicos les permite saber qué tipo de tumor es, si es menos o más agresivo. En base a eso se establece si después de la intervención quirúrgica la paciente hará quimioterapia u hormonoterapia.
En los casos de resección de cuadrante de mama que es una cirugía para conservar la mama en la que sólo se extirpa el tumor, luego deberá someterse a radioterapia en el resto del tejido sano. “Para todos los casos, incluso con metástasis, hay un tratamiento con distintas posibilidades”, destacó.
En los últimos años hubo avances en la inmunoterapia, la radioterapia y en cuanto a los esquemas de quimioterapia. Se empezó a implementar la radioterapia intraoperatoria que se administra durante la cirugía directamente en el quirófano. También hubo desarrollos en cuanto a la cirugía de reconstrucción mamaria tanto en el medio privado como en el público.
Lo cierto es que cualquier tipo de tratamiento de esta enfermedad es multidisciplinario porque no es sólo competencia del ginecólogo o el mastólogo, sino que intervienen el oncólogo, el radioterapeuta y el psicólogo. En este sentido la profesional sostiene que no es fácil dar y recibir un diagnóstico de cáncer. “La salud mental influye mucho para aceptar y sobrellevar el tratamiento y aquí es sumamente importante la contención familiar”.
Campaña
Durante la semana del 17 de octubre, el Hospital Provincial del Centenario de la ciudad de Rosario realizará una campaña de sensibilización sobre el cáncer de mama como viene haciendo todos los años para esta fecha. La misma consiste en abrir los consultorios para que todas las mujeres puedan acceder a un control mamario. Aquellas que sean evaluadas de riesgo también podrán realizarse una mamografía en el mismo lugar. “El autoconocimiento mamario, la mamografía y la consulta periódica al especialista pueden salvar vidas”.
La Dra. Mariela Cabral es Jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Centenario, en la Sección de Ginecología Oncológica. Es docente de la Cátedra de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario y Consejera Docente.
Periodista: Victoria Arrabal
Fuente: Universidad Nacional de Rosario