El proyecto, financiado por la Agencia Santafesina de Ciencia Tecnología e Innovación de la Provincia a través del programa “Demandas estratégicas en el marco de la emergencia sanitaria”, ya comenzó a brindar datos relevantes que, que si bien preliminares, son muy significativos para hacer un balance de los esfuerzos realizados en materia de salud pública y, además, nutren la base necesaria para definir los próximos pasos en este difícil contexto de pandemia que continúa presentando constantes desafíos cambiantes.
Este estudio informa sobre las defensas que tienen los santafesinos a 20 meses de la llegada del SARS-CoV-2 y en momentos de la ola producida por la variante Omicron.
En un reporte preliminar del proyecto, se revelan datos muy significativos sobre los niveles de anticuerpos en la población santafesina (se analizó específicamente la del Departamento La Capital), considerándose variables tales como edad, dosis y tipos de vacunas recibidas.
Se tomaron muestras entre el 26 de octubre y el pasado 5 de enero a 1362 personas de entre 3 meses a 95 años de edad, a fin de realizar mediciones de anticuerpos considerando diversas variables como género, edad, diagnóstico previo de COVID-19 y esquema de vacunación de cada uno. Respecto a las mediciones, cabe destacar que se realizaron con el “COVIDAR IgG”, el Kit desarrollado por el Instituto Leloir (CONICET) que cuantifica Inmunoglobulina G anti-Spike de SARS-CoV- 2.
Respecto al muestreo, el 30 % del total de 1362, provienen de ciudadanos cuyas viviendas fueron sorteadas al azar; un 46.5% fueron ciudadanos que se ofrecieron y el 23.5% restante corresponde a voluntarios que trabajan en institutos del CONICET y la UNL. De ese conjunto, el 56.9% de las muestras fueron de mujeres, y el promedio de edad de la población muestreada fue de 43.2 años.
Algunos de los datos más relevantes que surgen son:
- el 7.4% no se había vacunado a la fecha de toma de la muestra
- el 4.7% había recibido una dosis
- el 83,4% habían recibido dos dosis
- el 4.4% habían recibido tres dosis
- el 72.7% manifestó no haber sido diagnosticado con COVID-19 al momento de la muestra
- el 2.2% sospechaba haberse infectado pero no se confirmó el diagnóstico
- al 25.1% se le diagnosticó COVID-19.
Respecto a los niveles de anticuerpos, se destaca que:
- el 88.3% presentó anticuerpos (recordando que pueden ser tanto vacunales, producto de una infección o de ambos orígenes)
- una de cada cinco personas que recibieron sólo una dosis de vacuna no presentaba anticuerpos (lo cual puede explicarse por una baja respuesta a la vacuna o un tiempo prolongado desde la última dosis).
- entre los no vacunados, un 63% no tuvo anticuerpos detectables y un 37% sí (generados por una infección previa). De esos no vacunados que presentaban anticuerpos, un 71% nunca fue diagnosticado con COVID-19 ni sospechó haber estado infectado.
En cuanto a los niveles de anticuerpos según edad, los datos muestran que:
- alto nivel de anticuerpos entre los 13 y los 20 años (lo que refleja el buen desempeño de las vacunas recibidas por esta franja y el menor tiempo desde la última dosis).
- En el grupo etario considerado de riesgo (más de 60 años), un 98.1% está vacunado. De ellos, un 17% son vulnerables al SARS-CoV-2, por tener niveles bajos o directamente no tener anticuerpos, mientras que un 65% presentó niveles elevados de anticuerpos.
Respecto a los anticuerpos logrados según esquema de vacunación -al menos 7 días previos a la muestra-, se observa:
- los niveles de anticuerpos tienen una fuerte relación con el número de dosis de vacunas recibidas
- una tercera dosis elevó substancialmente el nivel de anticuerpos, casi triplicándolo en promedio
La investigación también indaga sobre diferencias importantes según el tipo de vacuna, considerando los 4 esquemas más utilizados:
- el de dos vacunas inactivadas (Sinopharm + Sinopharm) dio los niveles más bajos
- el de dos dosis de vacunas basadas en vectores de adenovirus (Astra Zeneca, Sputnik V o Covishield) dieron valores aceptables, mucho mayores que las vacunas inactivadas, pero menores que los esquemas que contenían ARNm.
- Los niveles más altos de anticuerpos fueron dados por las combinaciones que incluyeron una o dos dosis de vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm) (Pfizer o Moderna)
- Los desempeños de Sputnik V y Astra Zeneca fueron muy similares.
Con respecto a esta comparación entre esquemas vacunales, vale hacer dos aclaraciones. Por un lado, este análisis preliminar no ajustó por el tiempo que pasó desde la última dosis de vacuna, el cual fue en promedio menor para las vacunas ARNm, que se comenzaron a colocar más tarde. También conviene aclarar que en este estudio sólo se mide el componente humoral de la respuesta inmune adaptativa (los anticuerpos). Se sabe que vacunas basadas en vectores generan una respuesta inmune celular adaptativa (linfocitos T) de mayor magnitud que las vacunas ARNm.
Las principales conclusiones que destaca el grupo de investigadores son:
- las personas que además de vacunarse padecieron COVID-19, tuvieron una respuesta inmune mucho mayor que en los que no se les diagnosticó previamente COVID-19
- un 88 % de los muestrados tienen anticuerpos, los que indican defensas adquiridas por infección o vacunación. Su presencia demuestra una “memoria inmunológica” en las personas, que por lo tanto ya ‘conocen’ al virus, estando así mejor preparadas para combatirlo
- la mayoría de los no vacunados (63%) no tiene anticuerpos
- la mitad de los santafesinos tienen valores altos, lo cual implica menor riesgo de infección y de padecer enfermedad severa, siendo el grupo etario de riesgo, el que presentó en mayor proporción altos niveles de anticuerpos (un 65%).
- una tercera dosis elevó los anticuerpos de manera muy considerable
El trabajo es llevado adelante por un equipo multidisciplinario al que aportan especialistas de institutos de CONICET, UNL, UNER, UADER, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Emilio Coni” e IPEC. Las y los investigadores y becarios y profesionales participantes son: Pablo Beldomenico, Ayelen Eberhardt, Melina Simoncini, Carlos Piña, Germán Galoppo, Virginia Parachú Marco, Andrea Racca, Cecilia Botto, Hugo Aimar, Graciela Mingo, Alicia Genolet, Celina Junges, Mónica Muñoz de Toro, Cecilia Botto, Juan Carlos Bossio, Gonzalo Andrés, Isabel Truffer, Verónica Marignac, Evangelina Viotto, Sofía Arce, Florencia Valli, Florencia Facelli, Leonardo Scarpa, Cintia Palavecino, Camila Beccaria y Diego Sklar.
Fuente: CONICET Santa Fe