Los avances de la tecnología y la medicina vienen a facilitar el desarrollo humano, esto es lo que hacen los cascos que confeccionan en Chajarí para corregir las plagiocefalia. Se mandan a Buenos Aires y desde allí se distribuyen a distintas provincias del país y países limítrofes.
En el flamante taller del ortopedista, en el norte entrerriano, se confeccionan no sólo estos cascos sino también diversos elementos solicitados para patologías específicas.
“Son cascos que ayudan a corregir deformidades craneales que se llaman plagiocefalia”, explicó el ortopedista Juan Manuel Martínez.
El ortopedista Juan Manuel Martínez es oriundo de Buenos Aires pero decidió vivir en Chajarí buscando calidad de vida para su familia durante la cuarentena estricta del coronavirus. Primero viajaba cada quince días a su lugar de trabajo, pero ahora instaló su taller en el norte entrerriano.
En su taller
Es uno de los pocos que realiza órtesis craneales en el país, desde hace veinte años, aunque hace poco tiempo comenzaron a personalizarlos. Si bien estas órtesis están pensadas para bebés que nacen con alguna deformación, también son solicitados para personas adultas que sufren accidentes o ACV y son desplaquetados, para poder llevar adelante su tratamiento. Lo hace desde su taller en Chajarí y después lo manda a Buenos Aires.
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En el flamante taller del ortopedista, en el norte entrerriano, se confeccionan no sólo estos cascos sino también diversos elementos solicitados para patologías específicas.
“Son cascos que ayudan a corregir deformidades craneales que se llaman plagiocefalia”, explicó el ortopedista Juan Manuel Martínez.
El ortopedista Juan Manuel Martínez es oriundo de Buenos Aires pero decidió vivir en Chajarí buscando calidad de vida para su familia durante la cuarentena estricta del coronavirus. Primero viajaba cada quince días a su lugar de trabajo, pero ahora instaló su taller en el norte entrerriano.
En su taller
Es uno de los pocos que realiza órtesis craneales en el país, desde hace veinte años, aunque hace poco tiempo comenzaron a personalizarlos. Si bien estas órtesis están pensadas para bebés que nacen con alguna deformación, también son solicitados para personas adultas que sufren accidentes o ACV y son desplaquetados, para poder llevar adelante su tratamiento. Lo hace desde su taller en Chajarí y después lo manda a Buenos Aires.
“Son cascos que ayudan a corregir deformidades craneales que se llaman plagiocefalia. La plagiocefalia en Argentina arrancó hace mucho tiempo, pero en la década de los 90 los pediatras comenzaron a decir que a los bebes había que ponerlos boca arriba por la muerte súbita, por esto permanecían mucho tiempo con la cabeza apoyada y se empezaron a generar estas deformidades. Otro de los motivos que genera esa deformación en los bebes es cuando pasan mucho tiempo acomodados en el canal de parto para nacer, esto hace que se deforme la cabeza, con el tiempo algunos se corrigen, y otros necesitan de estas órtesis de corrección”, explicó Martínez.
Desde Chajarí
La terapia de casco corrector (también llamada órtesis craneal) es un tratamiento que se prescribe para ayudar a dar forma al cráneo del bebé. Los cráneos de los bebés están formados de muchas placas óseas. Las placas están unidas mediante piezas que parecen fibras llamadas suturas. Vale aclarar que estos cascos son una herramienta para los médicos, sí o sí tienen que ser prescripto con receta, “no puede venir un papá por decisión propia para pedirlo para su hijo, nos manejamos con receta”, aclaró el ortopedista.
En Buenos Aires hace más de veinte años que los realizan, “nosotros hacemos personalizados, hacemos para Uruguay, Paraguay, Chile, y distintas partes de Argentina”, mencionó. En cuanto a la forma de confeccionarlos dijo que “se toma un molde, el paciente se tiene que acercar a la ortopedia, me mandan el molde a Chajarí y yo lo hago íntegramente en Chajarí”.
El material con el que se crean las órtesis es hipoalergénico, se llama plastazote. Además de plástico, con un tallado artesanal, se le da la terminación con un laqueado que es lo que le brinda la seguridad.
Un taller muy especial
El ortopedista comentó cómo inició en esta tarea y recordó que al oficio lo aprendió de su papá Ramón Martínez, quien también trabajaba en la misma empresa y tarea. Del taller que montaron dijo que se necesitan máquinas de vacío, un roter, compresores, mesas de trabajo, “es como una ortopedia, porque también hago otras cosas que piden los médicos para otros tratamientos para determinados pacientes”.
Martínez aclaró también que se realiza sobre el molde del cráneo, “es para que el médico pueda ir haciendo el seguimiento del tratamiento, no es un cráneo nuevo, por explicarlo de alguna manera, se realizan moldes con yeso y demás, es un trabajo muy artesanal” reiteró.
La elección de Chajarí
Al ser consultado de cómo llegó a Chajarí dijo que fue producto de la pandemia. “Por mi familia, con el encierro la pasaron muy mal, les estaba comenzando a afectar psicológicamente a mi señora y mis hijos, por eso se tomó la decisión de instalarse directamente en esta ciudad. Me manejo con transporte para mandar los cascos y para pedir los materiales porque la mayoría no se consigue en Chajarí, al menos no por ahora”.
Fuente: El Litoral