Endometriosis: una enfermedad silenciosa

Por Redacción IDL

La doctora Mercedes Sañudo advierte que esta enfermedad sigue siendo subestimada. Explica cómo afecta la calidad de vida y la fertilidad, y recuerda que “si duele, no es normal”, invitando a las mujeres a dejar de naturalizar el dolor.

La endometriosis sigue siendo un desafío para la salud femenina: se trata de una afección crónica y muchas veces invisibilizada que puede alterar profundamente la vida de quienes la padecen.

Según explica la doctora Mercedes Sañudo, médica especialista en diagnóstico por imágenes, “es una enfermedad en donde no sabemos todavía la causa a ciencia cierta, el endometrio que está dentro del útero se expande a otros lugares de la pelvis en general”.

Dolor que no debe ser normalizado

Durante años, muchas mujeres crecieron creyendo que el dolor menstrual extremo era algo normal. Sin embargo, como subrayó Sañudo, “todas creemos que es normal que la menstruación duela y el lema de muchos grupos de endometriosis, de mujeres con endometriosis, es ‘si duele no es normal’”.

Este dolor, además, no es siempre el mismo. “Puede ser cíclico, con la menstruación, o crónico, que te acompañe toda la vida. Puede doler la espalda, las piernas, al evacuar, al hacer pis, tener relaciones sexuales, hay un montón de tipos de dolor”, indicó la profesional.

En este sentido, Sañudo advirtió que la clave para pedir ayuda es cuando “afecta el estilo de vida». «No puede ser que faltemos al trabajo o las niñas falten al colegio, a las actividades deportivas por el dolor menstrual”, señaló. El impacto va mucho más allá del malestar físico y puede dejar huellas en la salud emocional y social.

Por qué cuesta tanto diagnosticarla

Uno de los grandes problemas de la endometriosis es el retraso en el diagnóstico. “Se subestima el dolor de la mujer. Son mujeres que a lo largo de 10 años fueron a ocho médicos diferentes y nunca se sintieron escuchadas”, reflexionó la doctora.

Además, hay casos donde los estudios más frecuentes no muestran lesiones visibles. “Muchas mujeres tienen ecografías ginecológicas transvaginales normales y sin embargo tienen endometriosis. Esto es muy común”, aclaró. Cuando los síntomas persisten y la ecografía no alcanza, se recurre a la resonancia magnética: “Es un estudio más largo, pero nos permite ver muchísimo mejor y con más detalle”.

En estos casos particulares es importante, según destacó, que los estudios sean realizados por profesionales capacitados: “Que sepamos ir a buscar la enfermedad más allá de un quiste grande que podemos ver muchos”.

Tratamientos y calidad de vida

El abordaje de la endometriosis no tiene una única solución definitiva. “No hay un tratamiento mágico ni la cirugía nos va a curar. De hecho, la cirugía no se hace en todos los casos, sino en algunos seleccionados”, explicó Sañudo. El tratamiento suele incluir medicación hormonal para disminuir los estrógenos y, en algunos casos, el uso de DIU con progesterona.

Pero más allá de lo médico, es fundamental el compromiso de cada paciente: “Actividad física, cambios drásticos en el estilo de vida, dieta estricta, antiinflamatoria y antiestrogénica”. También destacó la importancia del acompañamiento psicológico. “La mujer tiene que entender qué es la enfermedad que le tocó transitar y tiene que hacerse cargo de ella”, remarcó la médica.

La endometriosis también puede afectar la fertilidad. “Casi la mitad de las pacientes que tienen infertilidad tienen endometriosis”, sostuvo la profesional, quien insistió en la necesidad de hablar más sobre el tema para que “al diagnóstico lleguemos lo más temprano posible para que todas estas mujeres tengan un mejor estilo y calidad de vida y una mejor fertilidad”.

Finalmente, Sañudo rescató el mensaje central que resume todo: “Como dicen las chicas del grupo Endo Santa Fe, ‘si duele no es normal’”. Una frase sencilla que invita a dejar de naturalizar el dolor y a buscar respuestas a tiempo.

Fuente: El Litoral

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