Una investigación desarrollada en UNL-Conicet obtuvo una mención en el Premio César Milstein a la Investigación en Biotecnología con Impacto en la Salud. Este proyecto podría aportar soluciones a patologías neurológicas que no tienen tratamiento adecuado.
El proyecto “Neuroprotección y neuroplasticidad: el FUTURO de una molécula que AYER era solamente un medicamento estimulante de la eritropoyesis” logró la segunda mención en el concurso al Premio César Milstein a la investigación en biotecnología con impacto en la Salud Humana organizado por el Conicet y la Fundación Pablo Cassará.
El científico responsable del proyecto, Marcos Oggero Eberhardt que trabaja en el Laboratorio de Cultivo Celulares de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (Conicet – Universidad Nacional del Litoral), conversó con Ideas del Litoral sobre las principales aristas y potencialidades del trabajo galardonado.
Innovación y desarrollo en Biotecnología
“Nuestro proyecto involucra innovación en biotecnología para la Salud y podría aportar (es lo que tanto anhelamos) una solución a patologías neurológicas que hoy en día no tienen un tratamiento ajustado a las necesidades de éstas. Creemos que un alto contenido de innovación y la posibilidad de generar un biofarmacéutico para enfermedades neurológicas otorgaron valor para que la premiación haya sido obtenida” explicó Marcos Oggero.
El trabajo se encuentra en una etapa inicial de la investigación y desarrollo, ello implica considerar obstáculos a sortear en la búsqueda de confirmar una hipótesis de trabajo. No obstante, conociendo la expectativa de pacientes y familiares, frente a la necesidad de tratamientos para estas patologías el proyecto significa “un pequeño paso para seguir avanzando en tal camino”. Además, continúan trabajando para poder seguir consiguiendo fondos e interesados en el proyecto, un tema nada menor en el rubro de los bioterapéuticos
“Este premio significa un reconocimiento al esfuerzo de todos los días para lograr mayores avances con el objetivo que nos propusimos. Es un esfuerzo al que todos los participantes del proyecto asistimos, desde las personas hasta las instituciones” agregó Oggero.
Premio César Milstein
César Milstein fue un químico argentino nacionalizado inglés. Ganó el Premio Nobel en Medicina en 1984 por sus investigaciones sobre los anticuerpos monoclonales.
El Premio César Milstein a la Investigación en Biotecnología con Impacto en la Salud tiene por objetivo estimular el desarrollo científico-tecnológico y productivo en Argentina e impulsar la transferencia del conocimiento. Este nuevo galardón busca dar visibilidad a los resultados de investigaciones que puedan contribuir al desarrollo de productos o procesos en biotecnología y potenciar la articulación público-privada en el campo específico de la salud humana.
En esta primera edición los proyectos presentados debían estar enmarcados en alguna de las áreas del conocimiento de la Inmunología, Medicina Preventiva, Medicina Regenerativa, Microbiología y Oncología. “Obtener un premio significa someterse a una evaluación y es muy bueno dar ese paso ya que es necesario contar con la valoración por parte de nuestros pares que nos señalan si el recorrido es pertinente” expresó Marcos Oggero.
La premiación significa un lugar para lograr que se registre el trabajo realizado por parte de aquellos actores que cumplen un rol muy importante para que un desarrollo llegue al mercado de bioterapéuticos. Sin embargo, Oggero aclara que ello no significa que su interés sea el mercado, sino que es parte vital para arribar a resultados concretos.
Lista completa de los proyectos galardonados: https://www.conicet.gov.ar/se-entrego-el-premio-cesar-milstein-a-la-investigacion-en-biotecnologia-con-impacto-en-la-salud/
La importancia de la ciencia y la tecnología
La Ciencia y la Tecnología crecen conjuntamente y se necesitan para que un país apueste a su desarrollo. “Lamentablemente todo depende de los movimientos políticos y del valor que sus representantes quieran otorgar a ellas. Por lo tanto, significa una asignatura pendiente la continuidad de un proceso de cambio en pos de establecer a la Ciencia y a la Tecnología como base del crecimiento” comentó Oggero.
“La Provincia de Santa Fe tomó ese desafío hace unos años con la creación de un ministerio para ellas; hoy, una secretaría. De todos modos, se vislumbra un aire de cambio con mayores oportunidades para la presentación de proyectos en la búsqueda del tan ansiado subsidio por parte de los investigadores para seguir desarrollando Ciencia y Tecnología” agregó.
Asimismo, aludió a la necesidad de abrir las puertas de los laboratorios, comunicar los saberes y hacer y permitir de esa forma que los interesados se nutran del trabajo y “colocar en un contexto de realidad socioeconómica cuales son nuestros desafíos”. De esa forma, aportar a la sociabilización del conocimiento en búsqueda de una sociedad que pueda proyectarse hacia el futuro. “En el caso particular de la UNL y la FBCB hay acciones muy calificadas y de rutina en comunicar lo que los investigadores hacemos con un fin hacia la sociedad. También creo que debería ser parte de nuestra actividad comunicar el cómo y el para qué lo hacemos. Muchas veces he recibido de parte de conocidos que no están en el ámbito científico, una especie de incredulidad hacia nuestro trabajo” explicó el científico.
Marcos Oggero: inicios y trabajos en la investigación científica
Sus inicios científicos ocurrieron en 1992 al promediar su carrera de Bioquímica, cuando desde la cátedra, en ese momento denominada Fisicoquímica Biológica, convocaron a presentarse a aquellos alumnos que tuviera interés en trabajar en el desarrollo de un método de purificación de una enzima denominada ureasa a partir de poroto de soja.
“Un grupo de alumnos comenzamos a trabajar y, finalmente, quedamos dos personas: Mariela Bollati (hoy una gran investigadora en el Instituto Pasteur de Montevideo, Uruguay) y yo” contó Marcos. Guiados por Mabel Aleanzi, al mismo tiempo que estudiaban, se desempeñaban en la actividad de investigación y como auxiliares docentes. “Ese primer acercamiento fue la chispa necesaria para dar un motivo diferente por el cual había comenzado la carrera de Bioquímica”, agregó.
Pensar en otros horizontes impulsado por el interés hacia la ciencia lo llevó, sin saberlo, a sus primeros pasos en el campo de desarrollos tecnológicos, actividad que lo define como profesional. “En el camino se conocen personas que luego marcarán tu continuidad, Mabel fue una de ellas y luego lo serían Marina Etcheverrigaray y Ricardo Kratje, mis directores, quienes me formaron durante el posgrado, posdoctorado y me permitieron formar parte de esta familia de investigadores que ellos generaron y que constituyen el Centro Biotecnológico del Litoral de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL. En todo momento, desde el inicio hasta la actualidad, mi trabajo fue nutrido por un conjunto de personas muy generosas, de mente abierta, con objetivos muy claros y de mucha humanidad”, expresó Marcos.
Su tema de trabajo se centra en el desarrollo de moléculas originales destinadas a uso terapéutico en Salud Humana. “El trabajo que desarrollo como investigador en el Centro Biotecnológico del Litoral se da en el marco de un grupo que creció y se fortaleció en torno a la investigación, innovación y transferencia de bioterapéuticos basados en proteínas recombinantes”, explicó Oggero. Sus resultados permitieron incursionar en la generación de anticuerpos monoclonales clásicos y recombinantes con utilidad en terapia o como herramientas para evaluación de las proteínas. Asimismo, se formó en la hiperglicosilación como modificación útil para conferirles mejores propiedades biológicas a las proteínas.
“Todos estos conocimientos que desarrollamos en el laboratorio fueron útiles para el posterior y actual proyecto de investigación, por el cual junto con la Dra. María de los Milagros Bürgi, el Dr. Matías Depetris y el Dr. Ricardo Kratje nos encontramos abocados con gran esperanza para aportar un medicamento que sea de utilidad a diferentes patologías relacionadas con el sistema nervioso. Son Patologías graves y crónicas que requieren tratamientos que hoy en día son sintomáticos, poco efectivos o directamente carentes” cerró Oggero.
Con el fin de recaudar las inversiones necesarias para la continuación del proyecto, el equipo de trabajo fundó BioSynaptica SA. Una spin off tecnológica formada por investigadores de la UNL y el Conicet y profesionales santafesinos. Desarrolla un neurofármaco innovador, basado en eritropoyetina humana (hEPO), para satisfacer las necesidades de millones de personas en todo el mundo que padecen afecciones del sistema nervioso central