Profesionales de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral, reflexionan sobre las enfermedades que se pueden prevenir y/o evitar complicaciones mediante la vacunación.
En el contexto actual de la pandemia ocasionada por el COVID-19, se busca que los programas nacionales de inmunización, lleguen a aquellas personas que podrían haber perdido la oportunidad del acceso equitativo a las vacunas. En esa línea, la Facultad de Ciencias Médicas, quiere alertar en particular sobre el sarampión, dado que tener presente enfermedades altamente prevenibles mediante la colocación de vacunas, resulta primordial.
El sarampión es una enfermedad infecciosa viral que se transmite de un ser humano a otro susceptible por vía respiratoria”, definió Gustavo Ezcurra, docente de esta de unidad académica. Si bien, “en la ciudad de Santa Fe no se han denunciado a la fecha casos confirmados, se debe realizar una estricta y activa vigilancia epidemiológica para detectar precozmente casos sospechosos y así evitar la transmisión a otras personas”, manifestó el infectólogo Ezcurra. Para luego agregar que “esta enfermedad es potencialmente erradicable al disponer de una vacuna eficaz. En Argentina el último caso de transmisión autóctona se detectó en el año 2000 y en 2016 se certificó la eliminación en la región de las Américas. Posteriormente, se registraron casos importados y en el período 2019-2020 el mayor brote posterior a la eliminación con foco en CABA y algunos distritos de provincia de Buenos Aires”.
Síntomas y posibles complicaciones
Los síntomas de sospecha son “síndrome febril acompañado de catarro nasal, conjuntivitis, tos y unos días después erupción en la piel, distribuida en todo el cuerpo. El sarampión puede ser grave en todos los grupos etarios. Sin embargo, hay edades que tienen más probabilidades de sufrir complicaciones tales como: los menores de 5 años/as, adultos mayores de 20 años, personas gestantes y personas con el sistema inmunitario debilitado, como quienes tienen leucemia o infección por VIH”, aseguró Ezcurra.
Con relación a las complicaciones, remarcó, “entre ellas se encuentran las otitis (que pueden llevar a pérdida de la audición), la diarrea y neumonía (causa más frecuente de muerte en niños pequeños), encefalitis (inflamación del cerebro que puede llevar a convulsiones, sordera y discapacidad) y muerte por complicaciones respiratorias o neurológicas”.
Medidas de prevención
La principal medida de prevención es la colocación de la vacuna triple viral que incluye además de protección eficaz y segura del sarampión, a la rubéola y la papera. “La vacuna triple viral está incorporada al calendario nacional gratuito y obligatorio al año de edad y a los 6 años. En ese sentido, toda persona mayor de 6 años de edad debe acreditar tener 2 dosis de la vacuna triple viral o en su defecto doble viral (sarampión y rubéola). La vacuna sólo está contraindicada en embarazadas y personas con alteración grave de las defensas como trasplantados y algunos pacientes HIV”.
En el caso de tener dudas sobre la cantidad de dosis recibidas, se puede consultar en los centros de salud y en vacunatorios de los hospitales. Asímismo, se puede constatar en el carnet individual de vacunación.
Fuente: Universidad Nacional del Litoral