Entrevista con Jonicelia Araujo, Máster en Producción Vegetal, Doctora en Ciencias Biológicas, docente e investigadora.
“Los árboles nos aportan innumerables beneficios”
En un mundo cada vez más pragmático y utilitario, a veces reparamos en las incomodidades que nos genera un árbol, como la caída de las hojas, el peligro de las raíces o la necesidad de podarlo y cuidarlo. Pero no valoramos en su justa medida sus beneficios. ¿Qué le aportan los árboles a nuestro bienestar y calidad de vida?
“Los árboles cumplen muchas funciones. Pero la principal hoy día tiene que ver con el cambio climático. Porque los árboles capturan dióxido de carbono de la atmósfera, que son los principales causantes del efecto invernadero. Lo almacenan y lo transforman en hojas, flores, frutos, troncos. La presencia de árboles, permite descarbonizar nuestro sistema productivo en ciudades y campos. Pero también tiene otras ventajas. Por ejemplo, contribuyen a nuestra salud psíquica, mejoran nuestro ánimo y cambian la temperatura. En verano nos dan un mejor bienestar, no sólo a nosotros, sino también a los cultivos y animales en el campo. Además, son súper importantes en el ciclo hidrológico. La vegetación ribereña permite que toda la cuenca hídrica esté protegida y que en caso de fuertes lluvias los ríos no desborden y tengamos inundaciones”.
Todos los pueblos y ciudades tienen una infraestructura gris como pavimento y edificios, una infraestructura azul relacionada al agua y los desagües, y una infraestructura verde que es el arbolado público, parques y paseos. ¿Por qué es importante esta última?
“La infraestructura verde urbana es fundamental para que una ciudad sea más resiliente y sustentable. Está comprobado que una ciudad con muchos árboles y parques, en verano puede recudir el uso del aire acondicionado hasta un treinta por ciento, lo que representa un ahorro energético importante y un beneficio ambiental y económico. Sin contar que una ciudad verde es mucho más atractiva paisajísticamente. En nuestra región se trabaja mucho para mejorar la infraestructura verde en municipios y comunas, pero aún hay mucho por hacer. Sobre todo, en la capacitación de los técnicos para un buen manejo del arbolado público”.
Hablando de arbolado público, muchas veces los árboles terminan siendo un problema cuando hay veredas que se rompen, cortes de cables, entre otros temas. ¿Cómo se gestionan estos conflictos? ¿Es fundamental la elección de especies apropiadas?
“Es necesaria una planificación y pensar muy bien cuáles son las especies que mejor se adaptan a cada clima, suelo y situación de cañerías, cableados, etc. No es lo mismo un árbol que vamos a poner en un parque o en calles angostas y veredas”.
La ciudad de Esperanza tiene una de las plazas más lindas de la provincia, que es la Plaza San Martín, que hace varias décadas se observa paulatinamente despoblada de árboles. ¿Qué se puede hacer al respecto?
“Hay mucho para hacer. Venimos trabajando con el municipio en algunas cuestiones. Los árboles tienen una vida útil. Con los años tienen problemas. Por eso es necesario un trabajo de reposición. Pero otra cosa importante que se debe hacer es plantar más árboles en el campo. Si tenemos tantas aves en plazas y parques urbanos, con los problemas de higiene, limpieza y salud pública que eso acarrea, es porque faltan más árboles en la zona rural, donde se ha ido deforestando. Entonces, lo que tenemos que hacer es plantar más árboles en ciudades y pueblos, pero también en los campos”.
¿Cuál es el panorama de los bosques nativos en Argentina y la región? ¿Y qué incidencia tiene este tema en relación al cambio climático?
“Los bosques nativos son sumamente importantes, porque van de la mano de la biodiversidad y la fauna. También podemos extraer de ellos muchos productos para la bioeconomía. Por eso tenemos que trabajar fuertemente para su protección y conservación. Deberíamos ampliar incluso el área boscosa, con especies nativas de la región. Insisto en la importancia de plantar más árboles en la zona de cuencas. Cuando recorremos el río Salado, no siempre vamos a ver vegetación ribereña. Es una situación que a mí me alarma mucho. Un río sin árboles alrededor es chocante e impactante. Pero también es un peligro ante posibles inundaciones”.
La Facultad de Ciencias Agrarias trabaja muchísimo desde distintas cátedras, áreas y departamentos en cuestiones relacionadas a los árboles. ¿Qué resumen podemos hacer de las múltiples actividades que se realizan?
“Desde la Universidad Nacional del Litoral y la Facultad de Ciencias Agrarias venimos trabajando juntos en varios proyectos. Uno de ellos es el que se refiere al balance institucional de huellas de carbono, que mide la captura de dióxido de carbono de los árboles que tenemos en nuestros predios y espacios. También implementamos el Programa Un árbol por graduado. Hay proyectos de extensión relacionados a la temática. En el Nodo Regional Pilar, junto con CREA, la Cooperativa Guillermo Lehman y municipios y comunas de Las Colonias y Castellanos, impulsamos distintas acciones para tener ciudades y pueblos ambientalmente sustentables. Desde las cátedras de Producción Vegetal, Ecología y Cultivos Intensivos, llevamos adelante proyectos de investigación y cursos de capacitación. Y hay estrategias de internacionalización como la Cátedra Abierta de Estudios Latinoamericanos donde el árbol es un actor principal”.
¿Cuál sería un mensaje final de concientización en este día? ¿Plantar un árbol es la mejor herencia que podemos dejar a las futuras generaciones?
“Yo diría que pensemos en plantar más de uno. Cuantos más árboles plantemos mejor será el planeta, hoy y mañana. Plantemos más árboles, en los campos y ciudades. Mi mensaje final es una invitación para que cuidemos, plantemos y valoremos los árboles, porque es un patrimonio es de todos”.
Fuente: Universidad Nacional del Litoral