Salud en contextos de cambio climático

Por Redacción IDL

«Sin un territorio sano no hay personas sanas», afirmaron los médicos de la UNR Damián Verzeñassi y Facundo Fernández durante la presentación de su libro Salud en contextos de cambio climático, en el marco del VIII Congreso Internacional de Salud Socioambiental, realizado en junio en Rosario.

La obra, que aborda los impactos del calentamiento global en la salud humana y territorial, reúne evidencias, reflexiones y propuestas en torno a cómo las transformaciones climáticas afectan de manera directa e indirecta la salud de las comunidades. Recorre desde el origen del cambio climático hasta sus efectos sobre enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, gastrointestinales y neurológicas, así como su vínculo con el deterioro de la salud mental, la salud materno-infantil y el crecimiento de las enfermedades transmitidas por vectores. También se abordan los desafíos que enfrentan las poblaciones más vulnerables ante este escenario y la necesidad de repensar las estrategias sanitarias desde una perspectiva de justicia ambiental.

Para graficar el nivel de gravedad del cambio climático, los investigadores explican que el aumento de temperatura del planeta en 1,5° desde fines del siglo XIX con el comienzo del desarrollo industrial, es como si un ser humano pasa de  36° a 41° en 50 segundos. Y atribuyen este fenómeno a la organización de la actividad humana.

Se estima que hoy el 50% de la población más pobre del mundo emite sólo el 10% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global. Y el 10% más rico, emite el 50%. Es decir que “no todos tenemos la misma responsabilidad frente al cambio climático”. Resaltan que la población más vulnerable económicamente sufre de manera más descarnada los impactos del cambio climático porque estos se suman a otras condiciones previas que ya los afectaban directamente. Algo que algunas culturas denominan “racismo ambiental”.

Los Doctores Verzañassi y Fernández afirman que las acciones individuales y locales influyen pero lo que hay que poner en discusión es la organización del sistema al servicio de la reproducción de una economía que deteriora las condiciones planetarias y pone en juego los espacios donde se reproduce la vida en sociedad. Sumado al aumento de la temperatura, consideran necesario pensar en la destrucción de los territorios a partir de los modelos productivos que llevan a una degradación de los mismos.

Mencionan como ejemplo la ciudad de Rosario: las inundaciones por lluvias extremas, por anegamientos, se dan en primer lugar en los barrios de mayor precarización socioeconómica. Esto se suma a otras vulnerabilidades como la dificultad del acceso al agua, hogares que no tienen las condiciones adecuadas para vivir saludablemente, dificultad en el acceso a la comida, en la manera de producir esos alimentos. “A mala calidad del agua, mala calidad de la alimentación, pero también enfermedades infecciosas y agudización de enfermedades crónicas”.

Asimismo recuerdan que el verano pasado llegamos a tener 40° de temperatura y algunos se quedaban sin luz. Las viviendas con techo de chapa,  no sólo no aíslan el calor, sino que  reproducen esa temperatura adentro. Por lo tanto “una situación de extremo calor y sin acceso al agua propicia condiciones para una deshidratación”.

Los profesionales advierten que estos eventos climáticos como las olas de calor tienen efectos directos sobre la salud de la población, especialmente los más vulnerables: niños, ancianos, embarazadas. Los síntomas más comunes como mareos, baja presión, hasta una respuesta inflamatoria sistémica, alteran el sistema inmunológico, generan enfermedades y pueden terminar poniendo en riesgo la vida en esas poblaciones que no poseen tantos mecanismos de defensa para adaptarse a un ambiente cada vez más nocivo. Asimismo  identificaron el impacto en la salud mental de quienes sufren estos eventos climáticos extremos cuyas huellas persisten muchos años después.

Rol de la Universidad Pública

En Argentina la estadística sanitaria es prácticamente nula. Algunos países de Europa empezaron a generar estadísticas para poder vincular cuál es el impacto real del cambio climático en la población cada año. “Cuando no hay información en salud es muy difícil planificar y exigir las políticas sanitarias que se necesitan para abordar un problema puntual”, expresan los médicos de la UNR. Por esta razón la publicación pretende plantear la discusión con los actores sanitarios.

“No tenemos un sistema preparado para identificar esta problemática de salud vinculada a las condiciones de vida así como tampoco personal dedicado a ello por la saturación que tiene el mismo sistema de salud”, se lamentan. En este contexto, creen que el rol de la Universidad Pública es poner en acceso a la mayor cantidad de personas posibles una información que históricamente estuvo restringida a los espacios académicos de investigación. Y la consideran un actor clave en la recuperación de la habitabilidad de nuestro territorio.

“Hay una decisión política de trabajar para que la información científica  permita reconocer por qué nos está pasando  esto y al mismo tiempo, pensar cómo construir alternativas para que nos deje de pasar”, reflexionan los docentes e investigadores del Instituto de Salud Socio ambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR e integrantes de la Red de Salud y Ambiente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social, Damián Verzeñassi y Facundo Fernández.

El libro contó con la colaboración de sus colegas Alejandro Vallini, Carolina Bozikovich, Lara Vozzi, Leonel Boschetti, María Carolina Viteri, María Florencia Martino y Rocío Orive. Se puede acceder al mismo a través de la página web:

https://colmedicosantafe2.org.ar/salud-en-contextos-de-cambio-climatico-se-presentara-el-nuevo-libro-de-la-comision-de-salud-socioambiental/embed/#?secret=lJ1JmIQ69g#?secret=ULBYGiXvou

Periodista: Victoria Arrabal/Fotógrafa: Camila Casero

Fuente: UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO

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