Más de un tercio de los argentinos padece múltiples dolencias

Por Redacción IDL

Una encuesta reveló que más de un tercio de los argentinos sufre simultáneamente dos tipos de dolor, siendo los más frecuentes el de cabeza y el muscular. ¿Cómo afectan estas molestias la vida diaria y qué estrategias existen para prevenirlas o aliviarlas?

El dolor forma parte de la vida humana y, en muchos casos, es una señal del cuerpo para advertir que algo no está bien. Pero cuando se presenta en distintas formas al mismo tiempo, su efecto puede ser aún más limitante.

En la Argentina, un estudio reciente reveló que el 35% de la población sufre más de un tipo de dolor en simultáneo, lo que afecta no solo la salud física, sino también el bienestar emocional y social.

Cómo impacta en la calidad de vida

El dolor es una de las principales causas de consulta médica en todo el mundo. Puede manifestarse de diversas maneras —desde un dolor leve y ocasional, hasta uno crónico y persistente—, y afectar tanto la rutina diaria como el estado anímico.

Una encuesta realizada a más de 7.300 adultos en enero de 2025 reveló que el 35% de los argentinos sufre, en promedio, dos dolores distintos al mismo tiempo.

Los más frecuentes son el dolor de cabeza (reportado por el 38% de los encuestados), seguido del dolor muscular (24%), dolor de espalda (17%), menstrual (9%), articular (8%) y de muelas (4%).

Esta variedad de dolencias, combinada, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas, ya que limita la actividad física, afecta el descanso, y puede generar cambios de humor o estados de irritabilidad.

“Cada persona padece el dolor de una manera particular. Su intensidad no siempre refleja la gravedad del problema subyacente y está influida por factores físicos, psicológicos y sociales”, explicó el Dr. Enrique Baldessari, Jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro.

Además agregó que: “Conocer algunos aspectos generales es fundamental para entender las implicancias del dolor que la persona sufre y, en caso de ser necesario, consultar con el médico”.

Desde una perspectiva fisiológica, el dolor es una respuesta del sistema nervioso a estímulos dañinos. Puede tener origen traumático, inflamatorio o neurológico, y su presencia repetida o persistente puede derivar en cuadros de estrés, ansiedad o aislamiento social.


Los dolores más comunes

A continuación, algunos puntos clave sobre los tipos de dolor más frecuentes entre los argentinos:

Dolor de cabeza: Es una molestia que puede afectar la cabeza, el cuello o el cuero cabelludo. El tipo más común es la cefalea tensional, causada por tensión muscular. Aunque suele ser leve, en ciertos casos puede estar asociado a otros síntomas más complejos como visión borrosa o pérdida del equilibrio, por lo que se recomienda consultar con el médico si es persistente o fuera de lo habitual.

Dolor muscular: Puede comprometer más de un músculo, además de tendones y ligamentos. Generalmente se produce por lesiones, sobrecargas o estrés. El descanso adecuado, la aplicación de frío o calor y el uso de analgésicos pueden aliviarlo, aunque en casos persistentes es necesaria una evaluación médica.

Dolor de espalda: Se estima que 8 de cada 10 personas lo experimentarán en algún momento de su vida. Puede ser agudo (de corta duración) o crónico (más de tres meses). En la mayoría de los casos mejora con descanso y actividad física moderada, aunque también puede requerir tratamiento específico.

Dolor menstrual: Afecta a muchas mujeres y puede incluir cólicos abdominales, dolor lumbar, náuseas y dolor de cabeza. En algunos casos, este dolor puede interferir con la rutina diaria y requerir seguimiento médico.

Dolor articular y de muelas: Aunque menos reportados, también son comunes. El dolor articular suele estar vinculado al desgaste o a enfermedades como la artritis, mientras que el de muelas puede ser provocado por caries, infecciones o traumatismos.

Este conjunto de dolencias puede tener como denominador común factores como el estrés, el sedentarismo, las malas posturas y ciertas enfermedades crónicas. Según el relevamiento, el 83% de los encuestados recurren a algun analgésico, pero los especialistas advierten que la automedicación no siempre es la mejor solución.

“El ritmo de vida actual impacta directamente en la salud. Muchos dolores están asociados al estrés, ya sea laboral o emocional”, sostuvo el Dr. Baldessari. Por eso, el manejo del dolor debe contemplar no solo medicamentos, sino también cambios en los hábitos de vida.

Claves para prevenir y manejar el dolor

La mejor manera de reducir la recurrencia del dolor es a través de una rutina saludable. Los especialistas recomiendan:

Realizar actividad física regularmente.

Dormir al menos 7 a 8 horas por noche.

Mantener una alimentación equilibrada, con frutas, verduras y pescado.

Reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.

Mantener vínculos sociales y realizar actividades recreativas.

Cuando el dolor se vuelve persistente o recurrente, se sugiere un enfoque multidisciplinario que incluya médicos clínicos, especialistas en dolor, psicólogos y kinesiólogos. Este tipo de abordaje es clave especialmente en personas con dolor crónico, para mejorar su calidad de vida y evitar el uso excesivo de medicamentos.

“La consulta médica nunca está de más. Si el dolor persiste o hay dudas sobre su origen, es fundamental recibir atención para poder establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados”, concluyó el Dr. Baldessari.

Fuente: EL LITORAL

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