Pensar el Día de la Mujer como un momento para reflexionar y debatir sobre la construcción del lugar que se le es asignado, la lucha por sus deseos y por ser reconocidas por su formación profesional. Una investigadora santafesina nos cuenta su experiencia y su labor como funcionaria para afrontas esta problemática.
Discutir sobre el lugar que la mujer ocupa en la sociedad puede resultar a estar alturas repetitivo, pero todavía quedan puntos fundamentales a debatir relacionados con las desigualdades y problemáticas que persisten. En la cotidianeidad aun caen sobre ellas deberes sociales y culturales que muchas veces compiten con sus deseos y motivaciones personales relacionados con su proyección profesional. Su capacidad radicaría en combinarlos de un modo lo más natural posible, adaptándose a los deberes impuestos. Aquel puede ser identificado como un nuevo eje de la discusión, para comenzar a cuestionar el modo en que se desarrolla esta cotidianeidad.
Tras abordar la trayectoria y experiencia de dos investigadoras de la región y en el marco del Día de la Mujer, Ideas del Litoral conversó con Eva Carolina Rueda. Ella es Licenciada en Genética, Doctora en Ciencias Biológicas y actualmente Subsecretaria de Proyectos Científicos y Tecnológicos de la Secretaria de Ciencia y Tecnología e Innovación del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología del Gobierno de la Provincia de Santa Fe.
Su formación
Eva realizó su doctorado en la ciudad de Santa Fe, en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). En un primer momento trabajó con organismos transgénicos y luego comenzó a investigar en el área de conservación genética de especies de agua dulce, durante su post doctorado. Posteriormente ingresó a la carrera de investigadora en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la (UNL) donde continuó desarrollando sus líneas de investigación. Actualmente, debido a su cargo en la gestión política, se encuentra en licencia en el CONICET, aunque cómo ella afirma, continua avanzando y trabajando en sus proyectos.
Uno de los desafíos a los que debió enfrentarse cuando finalizaba su doctorado en el laboratorio de la Doctora Raquel Chan, fue comenzar una línea novedosa de investigación. Este proyecto permitió generar herramientas útiles para todos los organismos de regulación de la pesquería, además de servir para equipar el laboratorio de genética de la Facultad de Humanidades y Ciencias. “Yo trabajaba en ese momento con organismos transgénicos, estudiaba los efectos que tenia la transgénesis en algunas especies y cambié al área de conservación genética donde estudiamos organismos que no son modelos, para los que no hay tantos recursos. Allí encontramos un nicho, estudiar peces de agua dulce sometidos a explotación comercial como el sábalo, la boga y el surubí. Sobre esto no hay ningún estudio de conservación genética, por lo tanto no se sabe cuál es el reservorio genético de estos organismos.” De este modo, fue complejo sostener esta línea de investigación con los bajos recursos existentes, ya que es más fácil el ingreso de fondos cuando un grupo ya está consolidado y se vuelve complejo cuando recién se está comenzando un nuevo enfoque. Así, lo que fue un desafío se transformó en un logro ya que dio lugar a nuevo laboratorio en el que actualmente se están formando gran cantidad becarios.
Las mujeres y las ciencias
Las puertas no estaban abiertas, los espacios parecían ajenos, ese mundo aparecía distante. Las mujeres debieron abrirse camino, imponer sus intereses para lograr lo que querían, al tiempo que se enfrentaban con las exigencias sociales o con situaciones de malestar dentro de los ámbitos laborales. En este sentido, Eva Rueda recuerda el caso de Rosalind Franklin, química británic, cuyo trabajo fue fundamental para comprender la estructura del ADN, pero que en un principio ella no fue reconocida por su hallazgo. Estas situaciones se han repetido a lo largo de la historia, invisibilizando el trabajo de las mujeres que se dedicaban a la ciencia, por ello ha significado un logro que comenzaran a aparecer sus nombres en las publicaciones científicas.
Muchos de estos cambios fueron producto de las luchas y debates a favor de la igualdad y sobre las problemáticas existentes. Así, se están creando nuevas posibilidades gracias a la puesta en común de estos temas que aunque varían hoy persisten. “Yo creo que está claro que las políticas por una mayor igualdad están por lo menos poniéndose en discusión, se están visibilizando, se comenzó a hablar del tema de género. Se puso en palabras y en acciones, como por ejemplo a través de la creación del Ministerio de Género y Diversidades de la Provincia de Santa Fe. Pero entiendo que en las ciencias siempre vamos a venir un poquito más atrás.” Una de las políticas, a la que hace referencia Eva Rueda, fue implementada por la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Santa Fe, y consiste en la creación del programa de becas de movilidad para mujeres. La diferencia con otras becas es que el dinero puede ser destinado al pago de pasajes, de una cuidadora o niñera, según sea necesario. Rueda afirma que esto plantea algo muy interesante ya que apunta a otra de las problemáticas habituales con las que se encuentran las investigadoras. Muchas veces, ellas pueden costear el medio de movilidad o la estadía, pero no tienen con quién cubrir las funciones de cuidado, una tarea que aún continua muy ligada a las mujeres.
Esta problemática se hace más presente con el aumento de las interesadas en continuar una carrera científica. “Cada vez es mayor el porcentaje de mujeres que comienzan una carrera universitaria y de becarias, pero cuando hablamos de cargos jerárquicos aun continúan siendo la mayoría ocupados por varones. En relación a esto, se ha comprobado que cuando una mujer y un hombre se casan y son los dos investigadores de CONICET la carrera del hombre no se detiene y la de la mujer se relega un poco”.
En este sentido, también se han planteado convocatorias de proyectos con perspectiva de género desde la provincia de Santa Fe, así como otras diversas actividades, como la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, ferias de ciencia o actividades universitarias que buscan incentivar el interés por las ciencias, mostrando la posibilidad de formarse como investigadores o conocer las áreas de especializaciones existentes.