Consumos problemáticos en Santa Fe: de los casos recibidos, un 40 % sostiene el tratamiento

Por Redacción IDL

De las atenciones registradas en el municipio este año, la mayoría son jóvenes de entre 20 y 29 años. La cocaína es la sustancia de mayor incidencia. Son datos de la Subdirección de Abordajes de Consumos Problemáticos.

En el primer semestre de este año, la Subdirección de Abordajes de Consumos Problemáticos de la Municipalidad de la ciudad de Santa Fe recibió 124 casos de consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, de las cuales el 42 % logró continuar con el abordaje propuesto. Los datos son de la línea de trabajo de «contención primaria».

De los datos de enero a julio de este 2023, se desprende que hay un desgranamiento en el número de casos entre los primeros contactos y aquellas personas que logran ser sistematizadas con un seguimiento de su situación. Del número total para los que se solicitó asistencia y/o intervención (124), se logró dar ingreso efectivo a 79, y luego se tradujo en un acompañamiento sostenido de 52 personas.

«Esto se debe a las complejidades propias que atraviesan las personas que están en situación de consumo problemático de sustancias psicoactivas que, en ocasiones, no propician la adherencia al abordaje. Estas cifras corresponden a julio y luego haremos una evaluación final de cuántas personas completan el año», indicaron César Pauloni, director de Salud del municipio, y Juliana Czernik, subdirectora de Abordajes de los Consumos Problemáticos.

La amplitud etaria de las personas que llegaron a consultar varió de los 10 a los 79 años, siendo las edades que más destinatarios concentraron el de 20 a 29 años (32,4%), seguidas de los grupos de 10 a 19 (21,8%), y 30 a 39 años (también un 21,8%). Más del 60% de los casos pertenecen al género masculino y provienen de 41 barrios de la ciudad, aunque la mayoría declaró residir en Barranquitas y Alto Verde.

Las personas llegaron a la Subdirección a través de diferentes lugares, principalmente derivados de áreas municipales tales como la Dirección de Niñez y Adolescencia, Dirección de Género y Disidencias, Subdirección de Masculinidades, Estaciones Municipales (en el 45,2% de los casos); seguidas por la solicitud por parte de un familiar (24,2%); y del equipo provincial, también en un 24% de los casos.

Cocaína, marihuana y alcohol

El tipo de sustancia de consumo problemático referida por la mayor cantidad de personas abordadas fue la cocaína, consumida por el 86,1% de ese total; mientras que la marihuana ocupó el segundo lugar, en el 49,4% de los casos; y en tercer lugar, el alcohol (31,6%). La cantidad de sustancias consumidas por persona varía entre 1 y 4. En ese sentido, el 58 % refirió consumir dos sustancias o más y aproximadamente el 42 %, una sola.

«Por los datos contextuales, entendemos que el alcohol ocupa la mayor parte de los consumos, pero como es una sustancia legal, suele no ser referida o problematizada por la persona como sí lo son las sustancias ilegales», señalaron los funcionarios.

De las entrevistas también se desprende que entre las dos problemáticas referidas con más frecuencia por la población abordada se encuentran los conflictos familiares (67,1 %) y aquellos derivados de la situación de consumo (67,1 %), en iguales proporciones, y la situación de calle (21,5%). Las problemáticas no fueron excluyentes entre sí, pudiendo una misma persona haber referido más de una.

¿Cómo es el abordaje?

El objetivo central que tiene la contención primaria del municipio es poder alojar a las personas que demandan la intervención a través de una «escucha activa» que tiene por finalidad identificar los problemas, las condiciones y factores de riesgo. Luego, se disponen de los recursos humanos y materiales necesarios para contribuir al abordaje de la problemática del consumo: si es un tratamiento ambulatorio, la derivación a un centro de salud para obtener medicación y atención en salud mental, la vinculación con la red afectiva de la persona y con alguna institución de contención.

En el marco de las mencionadas intervenciones, el Equipo de la Subdirección articuló con distintas áreas e instituciones a los fines de efectivizar el abordaje de las situaciones de consumo identificadas. Entre ellas, las que tuvieron más frecuencias son las derivaciones a un «centro de salud» (49,4% de los casos abordados), a «otras instituciones», entre ellas, centros de día e internación cuando corresponde (47%). También a otras áreas municipales, a hospitales, Aprecod, entre otras.

«Nos corremos del circuito más clásico de la salud y no solo pensamos en el consultorio, una medicación o una práctica específica, sino en un abordaje más comunitario, y es ahí donde pensamos articulaciones con las asociaciones civiles o con los clubes, donde se puede hacer esta contención y este acompañamiento de los jóvenes o de las personas que están atravesando alguna situación de consumo», agregó Gonzalo Paye, uno de los trabajadores sociales.

«Si bien se va trabajando el caso a caso, realmente hemos notado grandes avances en los procesos integrales: no es tanto quedarnos solamente con el si consume o no consume, sino también ir viendo cómo está acomodando su vida cotidiana esa persona», amplió.

«Un puente»

Pauloni aportó que «el equipo no deja nunca de ser referencia, de ser un puente, porque no solamente se trata de derivar a esa persona, de conseguirle un turno de atención en salud mental, sino que se la va acompañando en el terreno. A veces hay intervenciones que requieren de una judicialización por parte del familiar que consulta para poder internar a una persona y que haga una deshabituación en agudo. Eso sucede en algunos casos, pero es importante acompañar cuando esa persona sale de la institución y vuelve al territorio».La articulación con el área de salud mental y con asociaciones de contención es una de las ayudas ofrecidas.

La articulación con el área de salud mental y con asociaciones de contención es una de las ayudas ofrecidas.


«La idea acá es tratar de abordar el proyecto de vida de esa persona, con anclaje en el territorio, desde donde surge la problemática. Y ahí es donde hay que indagar bastante en la subjetividad de la persona en las entrevistas para ver cuál es el dispositivo más adecuado y cercano. Y chequear si fue el adecuado o hay que cambiar de estrategia, así como ir generando redes», cerró.

Fuente: El Litoral

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