Investigadores rosarinos ganaron el primer premio en un certamen anual que otorga financiamiento a ideas innovadoras. Su proyecto busca extraer celulosa a partir de la cascarilla de soja, lo que supone revalorizar este desecho en la cadena productiva.
Investigadores de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (FBIOyF) de la Universidad Nacional de Rosario y del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario – IPROBYQ (UNR y CONICET) lograron el primer premio de la edición 2021 del Concurso 100K LATAM, un certamen anual de financiamiento para ideas innovadoras que aporten al desarrollo social, económico y ambiental de Latinoamérica. En diálogo con Ideas del Litoral, integrantes del equipo contaron su experiencia durante el desarrollo del proyecto.
Aprovechar lo que se tira
La iniciativa parte de hacer uso de un desecho agroindustrial. La soja es uno de los principales cultivos de nuestro país, en su procesamiento se genera una cascarilla que en parte se utiliza como alimento de ganado, pero la producción es tanta que excede ampliamente la demanda y por lo tanto otra parte se desecha.
Partiendo de esta cascarilla de soja, la investigación se basa en la obtención de celulosa que posee múltiples aplicaciones: “La celulosa que obtuvimos se usa como excipiente, o sea, como compuesto agregado para un montón de productos de la industria: en alimentos como el queso rallado que tiene celulosa para que no se aglutine, sirve como espesante en productos como la pintura, en construcción se utiliza como aislante térmico, en la farmacéutica se usa como excipiente para las pastillas”, cuenta Nadia Woitovich. Asimismo, haciéndole modificaciones químicas al material obtenido se producen derivados de celulosa que expanden sus posibilidades: “por ejemplo, la carboximetilcelulosa que se usa en la producción de helados o la nanocelulosa -una celulosa mucho más chiquita- que sirve para reforzar membranas u otros materiales”, continúa la investigadora.
De acuerdo con la entrevistada, “el proyecto es una extracción alcalina con temperatura controlada. Lo que hace es liberar todo el material soluble que hay en la cascarilla de soja y nos deja solamente con la celulosa. que es la fase insoluble en agua, o sea, nos quedamos con la celulosa sólida“
El trabajo desarrollado se puede describir a partir de tres etapas principales, según explica Woitovich: primero, el estudio sobre el tema: “arrancamos como todo en el laboratorio, haciendo una consulta bibliográfica. A partir de todas las experiencias estudiadas encontramos las condiciones para la extracción que nos brindaba la celulosa de buena calidad y con un muy buen rendimiento”; segundo, la experimentación: “hicimos un reactor químico improvisado. En el laboratorio utilizamos un vaso precipitado en una platina con agitación. Todo eso metido dentro de una estufa para mantener la temperatura constante”; finalmente, la caracterización: “una vez realizada la extracción, comenzamos con la caracterización del material obtenido y pudimos determinar que nuestro compuesto tenía características muy similares a la celulosa que está en el mercado”.
Una idea ganadora
El equipo participó con la investigación en los 100K LATAM y ganó la categoríaPitch, que consiste en financiar proyectos en fase inicial de desarrollo. Woitovich comenta que el logro fue inesperado y llevó al equipo a una situación extraña: “cuando ganamos estuvimos como una semana tratando de entender qué es lo que había pasado ¡Porque la verdad es que no esperábamos! Nos empezaron a invitar a mesas de debates, rondas de negocios, nos llamaban medios de comunicación. Para nosotros era un estrés terrible porque no estamos acostumbrados a que nos filmen y dar notas“.
Con el dinero obtenido la investigadora piensa que podrán realizar el proceso de extracción de celulosa en un volumen mayor, “con un reactor químico real y en una escala de planta piloto. Para ver el rendimiento, poder manejar las variables, estudiar el efecto de la temperatura, etcétera”.
Asimismo, otro paso que tiene que dar el grupo es salir de su zona de confort -el laboratorio– y generar un proyecto viable en términos económicos: “nos estamos reuniendo para ver cómo seguir y en qué invertir el dinero obtenido. El análisis de mercado y el diseño del plan de negocios es algo que necesitamos si decidimos presentarnos en otros concursos, convocatorias, rondas de inversores, etcétera. Nosotros lo que vimos es que tenemos una idea, ahora falta ver si es rentable como negocio” agrega Juan Manuel Silva.
Sobre el equipo
Tanto Woitovich como Silva destacan las oportunidades brindadas por la UNR y CONICET. El grupo completo está integrado por Nadia Woitovich, Paola Camiscia, Juan Manuel Silva, Esteban Morilla egresados de la FBIOyF e integrantes del IPROBYQ. También, cuenta con la participación de Pablo Costa, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística.
Investigadores en el laboratorio. Gentileza equipo IPROBYQ
Sobre el certamen
100K LATAM está impulsado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), con el apoyo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Sloan Latin America Office. Tiene como objetivo incentivar emprendimientos con capacidad de generar impacto en la región -como aporte al desarrollo económico, social y/o ambiental- a través de proyectos innovadores, preferentemente, de base tecnológica e inscriptos en la economía del conocimiento.
La participación es gratuita y abierta a personas o equipos residentes en cualquier país de América Latina y el Caribe. La competencia cuenta con tres categorías relacionadas al estado de avance de las propuestas: Pitch para iniciativas emergentes, Accelerate para impulsar la introducción al mercado de proyectos en la fase de desarrollo y Launch para aquellos emprendimientos maduros con productos y plan de negocios viable.
Las propuestas presentadas son evaluadas por un jurado compuesto por especialistas de la industria, emprendedores y académicos que tienen en cuenta, entre otras cosas, la propuesta de valor, su viabilidad técnica y económica, el grado de innovación, el conocimiento del mercado, el impacto social y en el ambiente.
El concurso 100K LATAM cuenta con una primera edición en 2018, realizándose de manera consecutiva cada año. En el siguiente enlace puede verse la final de la edición 2021, en la que el equipo del IPROBYQ obtiene el premio en la categoría Pitch.