Una estrategia con fines sociales para reciclar residuos electrónicos

Por Redacción IDL

La Universidad Tecnólogica Nacional sede Santa Fe en colaboración con Cáritas Argentina y la Asociación Civil Contra Versiones, llevan adelante el programa “Beato Carlo Acutis”, una iniciativa que promueve la gestión responsable de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) con el objetivo de reducir el impacto ambiental y generar oportunidades de inclusión social.

A través del diagnóstico, reparación y refuncionalización de equipos electrónicos —como computadoras y pequeños electrodomésticos— el programa permite su reutilización o donación. Los materiales que no pueden recuperarse se desmontan y se clasifican para su reciclaje, siguiendo los principios de la economía circular.

El proyecto pone en práctica principios de la economía circular: los equipos que llegan —desde computadoras hasta pequeños electrodomésticos— son diagnosticados, reparados y refuncionalizados para ser reutilizados o donados. Aquellos que no pueden recuperarse se desmontan, se clasifican los materiales y se reintegran en circuitos de reciclaje.

La UTN Santa Fe no solo facilita el espacio físico para el funcionamiento del programa, sino que también brinda acompañamiento técnico, capacitaciones, apoyo logístico, auditorías y certificaciones. De esta manera, la institución articula el conocimiento académico con las necesidades del entorno, promoviendo una vinculación efectiva entre universidad y comunidad.

Renzo Piccoli, subsecretario de Vinculación Tecnológica de nuestra Facultad, explicó que “la UTN brinda un espacio físico donde se pueda desarrollar el reciclado de aparatos electrónicos y eléctricos, desde la parte informática hasta la electromecánica. Ahora se concentra mayormente en computadoras, notebooks, celulares. Por otra parte, desde la UTN también se brinda un sistema de capacitaciones y asistencia técnica con los propios docentes y alumnos graduados. En tanto, también se está asistiendo en la parte organizativa de la asociación y la futura cooperativa que se quiere formar”.

Formación, trabajo y dignidad

Lo distintivo de “RAEES Acutis” es que detrás de cada artefacto reciclado hay una historia de inclusión. Las personas que integran el equipo provienen de contextos vulnerables: situaciones de encierro, calle o precariedad económica. Gracias a la articulación con Cáritas y Contra Versionesreciben capacitación técnica, becas y acompañamiento social.

El proyecto ofrece formación práctica, genera empleo verde y permite reconstruir trayectorias personales a partir del oficio”, señaló Martín Morales desde la organización Contra Versiones. Parte del equipamiento se financia con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y el programa provincial “Nueva Oportunidad”.

Asimismo, la cooperativa en formación trabaja bajo los principios de la economía circular, fomentando un modelo sostenible que reduce el impacto ambiental y genera empleo verde en la comunidad.

El programa está destinado a personas con una economía vulnerable, frágiles –especificó Morales -, que hoy en día encontramos muchos. Sobre todo, la asociación trabaja con personas que han transitado el contexto de encierro, las cárceles, y con su familia, sus afectos. El equipo de trabajo se constituye ampliamente por esas personas y también Caritas incorporó a gente en situación de calle. Nosotros lo que hacemos es formarlos en capacitaciones prácticas y también capacitaciones en general. Todo el tiempo estamos haciendo una gestión de nuevas capacitaciones porque el mismo trabajo exige nuevas aprendizajes”.

Estaciones de trabajo

Los artefactos que ingresan al programa provienen de donaciones tanto personales como institucionales. Una vez recibidos, los equipos se almacenan y registran cuidadosamente en un espacio especialmente acondicionado dentro de la facultad.

osteriormente, los dispositivos pasan por una estación de diagnóstico, donde se evalúa su estado. Si el equipo presenta un potencial de reparación, se diagnostica tanto a nivel de hardware como de software. Este proceso se aplica a una amplia variedad de dispositivos: monitores, CPUs, teclados, routers, notebooks, tablets y pequeños electrodomésticos, entre otros.

Cuando se determina que un equipo es obsoleto —por ejemplo, si tiene más de 20 o 30 años-, se deriva directamente a la estación de desmontaje. Allí se lo desarma completamente y sus componentes (plásticos, metales, aluminio, etc.) se clasifican para su acopio y posterior venta a proveedores especializados.

Por otro lado, los equipos que pueden ser refuncionalizados son reparados, reacondicionados e instalados con nuevo software operativo. Una vez listos, estos dispositivos se destinan a la venta o a la donación, en respuesta a solicitudes de instituciones y personas que necesitan herramientas tecnológicas.

Fuente: UTN

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